La ciudad de Valencia vivió ayer una nueva y multitudinaria jornada de protestas estudiantiles contra los recortes en educación y la actuación policial, aunque sin incidentes, con libros como únicas "armas" y donde la polémica en torno a la intervención de la Policía llegó al Congreso de los Diputados .

Durante todo el día se sucedieron las reacciones -políticas, policiales, estudiantiles o sindicales- a los graves sucesos del lunes en el centro de Valencia entre los antidisturbios y los manifestantes, la mayoría estudiantes, y las concentraciones de solidaridad con los estudiantes valencianos se multiplicaron por toda España. En Madrid, la protesta que partió de la Puerta del Sol llegó a la sede del PP.

En cuanto a las protestas, la de ayer fue la más multitudinaria: desde el IES Lluís Vives, una marea humana con libros al viento como "armas" frente a la Policía recorrió todo el centro de Valencia.

La jornada, que terminó sin cargas policiales y con la puesta en libertad de los últimos doce detenidos, llegó tras la larga noche de encierro de centenares de jóvenes en la Facultad de Historia, en la que fueron instruidos en tácticas de resistencia a la Policía como tirar boliches al suelo o protegerse de golpes en posición fetal.

En Madrid, tres horas y media después de comenzar la concentración en la Puerta del Sol de Madrid acabó en Atocha sin incidentes.

El Sindicato Unificado de Policía (SUP) criticó al ministro del Interior, a la delegada del Gobierno en la Comunitat y al jefe superior de Policía de la Comunitat Valenciana por su actitud frente a los altercados con estudiantes.

La asociación Jueces para la Democracia (JpD) censuró las alusiones de "fuerte orientación represiva" realizadas por el jefe superior de Policía, Antonio Moreno, quien se refirió a los participantes en las protestas de estudiantes como el "enemigo".

La delegada del Gobierno, Paula Sánchez de León, ordenó abrir expediente informativo para determinar si hubo "exceso policial" y "extralimitación" contra las protestas estudiantiles, mientras PSPV-PSOE y Esquerra Unida exigieron el "cese inmediato" de Moreno y Sánchez de León.

El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, afirmó que las imágenes que ha visto "son intolerables" y que espera que el Gobierno "las aclare".