La situación del servicio de basura en el municipio de Arona, lejos de calmarse, se caldea todavía más y trabajadores de la concesionaria han mostrado su inquietud por "la pasividad" del grupo de gobierno.

"Si los nacionalistas quieren demostrar que están con nosotros, ahora es el momento. Lo estamos pasando muy mal y el futuro laboral es cada vez más incierto debido al Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que pretende llevar a cabo la adjudicataria", señala un grupo de empleados del citado recurso público.

El gobierno local "tiene que hacerse respetar por la UTE Arona y, aprovechando que le ha abierto un expediente por incumplimientos en el pliego de condiciones, debe rescindir el contrato que mantiene" con la citada concesionaria, expresan los trabajadores denunciantes, quienes prefieren mantenerse en el anonimato porque "tememos que la adjudicataria nos abra algún tipo de expediente para despedirnos".

Mucho "miedo"

De este modo, manifiestan que los nacionalistas de Arona "no pueden mantenerse al margen de la situación y del calvario que estamos sufriendo todos y cada uno de los empleados. El grupo de gobierno debe pensar en rescatar o secuestrar el servicio y que se preste directamente por parte del ayuntamiento o bien que convoque un nuevo concurso, previa rescisión del contrato actual".

El grupo de gobierno "no puede continuar mirando para otro lado, como ha hecho hasta la fecha con este asunto. Queda claro que la UTE no aprecia el esfuerzo que estamos llevando a cabo cada uno de los empleados de este servicio público, pero tampoco observamos que ni el alcalde, José Alberto González Reverón, ni el concejal de Medio Ambiente, Antonio Sosa, aprieten las tuercas a una UTE que está vulnerando nuestros derechos de forma constate y reiteradamente", comentan los denunciantes.

"Las amenazas y coacciones que estamos sufriendo no las puede permitir el grupo de gobierno, pues tenemos mucho miedo. Ahora el alcalde tiene la sartén por el mango con el expediente administrativo y, por tanto, es el momento para que González Reverón le baje los humos a la concesionaria", destaca el grupo de trabajadores, quienes insisten en que "si los nacionalistas quieren ponerse de nuestro lado, ahora es el momento porque una vez se presente el ERE ya será muy tarde".

Los denunciantes señalan que la relación entre UTE Arona y trabajadores es cada vez "más tensa" y temen que si el gobierno local no toma una decisión "seria y firme" contra la concesionaria todo acabe desembocando en jornadas de movilizaciones y huelgas, con lo que el gran perjudicado, en caso de llevarse a cabo medidas de presión, será "el municipio, los vecinos y la imagen del destino turístico".