El exdirector del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn (DSK), será sometido hoy en un cuartel de la Gendarmería de Lille (norte de Francia) a una segunda jornada de interrogatorios sobre si conocía que tras sus correrías sexuales había una red de prostitución.

DSK, iniciales con las que se le conoce en Francia, pasó la noche en una celda de tres metros y medio de largo por dos de ancho en una Gendarmería renovada recientemente, en espera de este segundo y probablemente último día de interrogatorios, que debe centrarse en la dimensión financiera de la red de prostitución.

Tras su llegada ayer por la mañana en coche al cuartel de esa ciudad, en medio de una nube de periodistas, los agentes le tomaron muestras genéticas como a todo detenido, de forma que su ADN ha entrado en el fichero automatizado que existe en Francia para luchar contra la delincuencia.

Según reveló la emisora de radio "France Info", se trata de determinar si el político socialista francés estaba al corriente de que los gastos por las juergas sexuales que organizaban para él varios amigos, entre ellos dos empresarios, iban a cuenta de las compañías de éstos.

Si se confirmaran esas sospechas, puede ser imputado por receptación de abuso de bienes sociales, es decir por beneficiarse del dinero a sabiendas de que procedían de una malversación de fondos.

Otro punto que debe ser abordado hoy con DSK es su relación con el comisario de policía Jean-Christophe Lagarde, que era el responsable de la seguridad de la región de Lille y que ya está inculpado por proxenetismo, estafa y malversación de fondos.

"France Info" indicó que ayer los investigadores de la Policía Judicial, apoyados por expertos de la Inspección General de la Policía Nacional, se habían centrado en saber si el exdirector del FMI conocía la calidad de prostitutas de las mujeres que le llevaban sus amigos para las correrías sexuales que organizaban en París, Lille, Bruselas y Washington.

En caso de que esos investigadores consideren que hay elementos suficientes, lo presentarán ante un juez para su eventual procesamiento, en este caso por proxenetismo.

Teóricamente disponen de hasta 96 horas para mantenerlo bajo arresto mientras lo interrogan, aunque diversas fuentes han señalado que no agotarán todo ese plazo, y que hoy mismo podría salir. La cuestión es si lo hará libre y sin cargos o imputado.

Hasta ahora hay ocho personas acusadas en este caso, conocido por el hotel Carlton de Lille, que era el centro de la organización de la red de prostitutas.