El español Pau Gasol no vive los momentos más tranquilos como jugador de Los Ángeles Lakers desde que el equipo quiso traspasarlo el pasado mes de diciembre por el base Chris Paul, pero a la vez ha recibido un apoyo histórico por parte de sus compañeros, incluido la estrella Kobe Bryant.

Nada menos que el "intocable" Bryant habló públicamente para pedir a los directivos de los Lakers, que primero no traspasasen a Gasol y luego que si lo van a hacer lo dijesen claramente.

La respuesta de los Lakers tampoco se hizo esperar, el gerente general Mitch Kupchak fue categórico en su comunicado oficial en el que no sólo admitió que Gasol es un jugador que puede ser traspasado en cualquier momento, sino que era de gran valor para el equipo.

"No podemos decir que no vamos a traspasar a Gasol ni a cualquier otro jugador porque mentiríamos, ya que buscamos las mejores oportunidades de cara a mejorar al equipo", argumento Kupchak como lo hace cualquier gerente general de un equipo profesional en Estados Unidos. "Hacer lo contrario no beneficiaría a nuestros intereses".

Kupchak es de la escuela de Pat Riley, el mismo que defiende a ultranza que cada uno tiene una responsabilidad dentro de un equipo y la de los jugadores es la de "darlo todo en el campo", de lo que se desprende que sus decisiones la tendrán que tomar cuando ellos consideren que es el mejor momento para el equipo y no para el profesional, aunque éste sea Gasol.

Sin embargo, Bryant también les ha recordado que Gasol con todos los rumores que le rodean esta temporada no puede concentrarse al máximo en su juego, al margen que esté dando un ejemplo de profesionalidad y entrega.

Ante esta realidad, Bryant, el base Derek Fisher y el propio Gasol respondieron con una reunión privada entre todos los jugadores al concluir el partido frente a los Trail Blazers de Portland, y dijeron que tenían que olvidarse de lo relacionado con el "traspaso" y centrarse en estar más unidos que nunca como equipo para la segunda mitad de la temporada.

El mensaje que se expresó en la reunión fue que no importa lo que suceda en el futuro, todos los jugadores de la plantilla se debían apoyar, confiar entre ellos y permanecer más unidos que nunca para volver a ser un equipo ganador y campeón.

Aunque la referencia más directa de traspaso ha sido permanentemente dirigida a Gasol, todo puede suceder dentro de la plantilla hasta el próximo 15 de marzo, que es la fecha límite en la NBA para hacer traspasos en la presente temporada, y los jugadores ya lo saben.

Si siguen preocupados por los rumores de los traspasos y estos no se dan, corren el riesgo de no conseguir la ansiada consistencia en su juego para la recta final de la liga y por eso han querido dejar bien claro que desean que Gasol continúe con ellos y que el jugador español dé cada noche el máximo de su rendimiento.

Lo mismo sucede con los problemas de comunicación y el estilo de trabajar que tiene el nuevo entrenador Mike Brown, que es muy diferente al que tenía el legendario Phil Jackson.

Algunos jugadores como el alero Metta World Peace y el pívot Andrew Bynum no están conformes en la manera que Brown mantiene la rotación y los minutos que distribuye entre los miembros de la plantilla.

Tampoco les gusta las decisiones que toma en cuanto a la duración de los entrenamientos y los tiros a canasta, además del estilo de mano dura contrario a lo permisivo que era Jackson.

El mayor problema se da en el juego de ataque, donde con Jackson el famoso "triángulo" daba a los jugadores toda la libertad del mundo a la hora de buscar la canasta rival, mientras que con Brown todo son controles y limitaciones, algo que no gusta a la plantilla.

Brown ha captado el mensaje y desde hace 10 días ha dejado de presionar a los jugadores, por lo que espera que la estrategia de resultados cuando el miércoles se enfrenten a los Mavericks de Dallas y el jueves a los Thunder de Oklahoma City.