El secretario general del PP de Canarias, Manuel Fernández, señaló este jueves al presidente del Cabildo de Lanzarote, Pedro San Ginés, y a CC de ser "los únicos responsables de la crisis abierta en la corporación insular tras la ruptura del pacto de gobierno que mantenía con el PP".

"Todo ha sido una mera maniobra política del máximo responsable de la institución insular con el único fin de frenar el reconocimiento que la gestión de Astrid Pérez estaba obteniendo en la opinión pública conejera", denunció en un comunicado el número dos de los populares canarios.

Al respecto, Fernández recordó que los mayores periodos de estabilidad institucional en la isla tanto en la actual como en la pasada legislatura han coincidido, precisamente, cuando el Partido Popular ha estado implicado en tareas de gobierno.

Sin embargo, matizó que el actual responsable del Cabildo ''premia'' la leal contribución y la buena gestión del PP en los gobiernos insulares con el cese de los consejeros populares. "Es lamentable, que el presidente del Cabildo tenga que recurrir al engaño y las falsedades para explicar su traición y justificar el cese de los consejeros populares del gobierno insular", dijo.

"Hemos asistido --agregó-- a una maniobra realizada a espaldas de los intereses de Lanzarote y de los lanzaroteños y que tiene la huella política, el ADN, de Paulino Rivero y de José Miguel Pérez, que hace tiempo están más ocupados en fortalecer sus respectivos posiciones de cara a los congresos de CC y PSOE que en asumir sus responsabilidades institucionales como presidente y vicepresidente del Gobierno de Canarias".

Por su parte, cuestionó que el Gobierno de Canarias, en la persona de su presidente y vicepresidente, "no dude en apoyar y fomentar operaciones de inestabilidad política y que, además, ésta sea su mayor preocupación en los 7 meses de legislatura transcurridos, como ya comprobamos con lo ocurrido en islas como La Palma y El Hierro".

Finalmente, reiteró que los intereses de Lanzarote no están presentes en esta crisis política en el Cabildo; e insistió en que se está "ante una operación de poder, pura y dura, que retrotrae la política conejera a tiempos pasados, caracterizados por el personalismo, la arbitrariedad y la inestabilidad".