El director general de la Policía, Ignacio Cosidó, ha asegurado hoy que la Policía no tiene "enemigos" pero ha dejado claro que estaba "obligada a intervenir" en las calles de Valencia para hacer frente a los "elementos violentos" que, a su juicio, se habían introducido en las manifestaciones de estudiantes.

En una entrevista con la cadena COPE, Cosidó ha subrayado que en un estado democrático el "monopolio de la fuerza" la tienen las Fuerzas de Seguridad por lo que ha considerado un "inmenso error" equiparar a quien lanza "un adoquín o un botellín" contra la Policía con quienes tienen la obligación de detener a ese delincuente.

"Cuando hay lanzamientos de objetos o un peligro para la seguridad pública, la Policía está obligada a intervenir", ha afirmado Cosidó, que ha añadido que las manifestaciones de las tres primera jornadas de protestas eran ilegales, porque no fueron comunicadas con antelación.

Tras reconocer que el jefe superior de Policía de la Comunidad Valenciana, que se refirió a los manifestantes como "enemigos", no estuvo afortunado, el director general de la Policía ha recordado que la Delegación del Gobierno ha abierto una investigación para determinar si ha habido alguna conducta cuestionable por parte de los agentes antidisturbios.

Cosidó ha lamentado también las críticas "injustas" a la actuación policial lanzadas desde partidos y medios de comunicación y que, a su juicio, han "magnificado" lo ocurrido en Valencia.

"La Policía Nacional no tiene enemigos, tiene la importante misión de garantizar los derechos de quienes se manifiestan legalmente y proteger los de quienes no se manifiestan y pueden ser víctimas de la violencia. Es un equilibrio que muchas veces no es fácil pero en España esos derechos se garantizan", ha concluido.