El Consejo de Administración del Instituto Catalán de la Salud (ICS) ha decidido hoy convertir uno de sus centros, el Hospital Arnau de Vilanova de Lleida, en una empresa filial autónoma que actuará como una concertada.

La decisión de hoy es el primer paso de un proceso de cinco años con el que la dirección del ICS quiere acabar dotando de personalidad jurídica propia a cada uno de sus ocho hospitales, con el objetivo que tengan más "agilidad" en la gestión de sus actividades.

Además de la nueva entidad hospitalaria, el Consejo de Administración ha aprobado la creación de una segunda empresa filial, de iguales características que la del Arnau de Vilanova, que agrupará a 26 equipos de atención primaria de la región sanitaria de Girona que en estos momentos están integrados en el ICS.

Los sindicatos han criticado hoy la nueva fórmula al considerar que abre las puertas a la privatización, disminuye el control administrativo y reduce las garantías laborales de los trabajadores del ICS.

Los planes del instituto presidido por Josep Prat es repetir el proceso iniciado hoy en el 2013 y continuar la misma senda a razón de dos hospitales y dos grupos de CAPS independizados por año.

Para el vicepresidente del sindicato Médicos de Cataluña (MC), Francesc Duch, la reestructuración del ICS es un intento de "huir de la figura del interventor", ya que los centros desagregados tendrán menos obligaciones de rendir cuentas a los órganos administrativos.

En declaraciones a Efe, Duch ha manifestado su preocupación también por las condiciones que tendrán los trabajadores de la nueva filial, ya que previsiblemente los nuevos contratos serán laborales, en vez de estatutarios, como es el caso de la mayoría de empleados del ICS.

En la misma línea, el sindicato de enfermeras SATSE ha alertado hoy de que el proyecto "puede desencadenar en la creación de plantillas inestables con contratos laborales temporales en función de la necesidad".