La titular de Empleo, Fátima Báñez, confía en no ser la ministra de los seis millones de parados, niega que la reforma laboral facilite el despido, y asegura que ve "animada a la gente a contratar y a que haya actividad".

"Creo que el ajuste está hecho y a poco que les animes a contratar podrán hacerlo, aunque debemos ser muy prudentes", afirma Báñez en una entrevista que publica hoy el periódico El Economista, donde se muestra "esperanzada en que se destruya menos empleo" gracias a la reforma.

Preguntada por si se ve como "la ministra de los seis millones de parados" -la ultima cifra se sitúa en 5,2 millones- Báñez responde "espero que no", e insiste en que esta reforma "es la de la flexibilidad en la empresa, para que el despido sea el último recurso".

Durante el trámite parlamentario del decreto la ministra se muestra dispuesta a "mejorar cosas", pero recalca que las modificaciones, como ya adelantó el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no implicarán "la parte troncal" de la reforma.

Sobre un posible paro general, Báñez considera que "este país no está para huelgas", aunque recalca que "si lo hacen es su derecho y su responsabilidad".

Zanja además la posibilidad de modificar la ley de huelga, y asegura que "ni está en el programa ni es en este momento una prioridad".

Además, a juicio de Báñez, "en cierto sentido" la reforma "es la más dialogada de la democracia", ya que antes de ser investido presidente Rajoy ya instó a los agentes sociales al acuerdo -que sólo fue posible en algunos puntos- y además el Gobierno ha mantenido encuentros con otros sectores como autónomos, pymes y emprendedores.