El presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, Fernando Grande-Marlaska, ha defendido hoy la "profesionalidad" y "dignidad" del Tribunal Supremo, al tiempo que ha expresado su convicción de que con la expulsión de Baltasar Garzón de la carrera judicial no se ha producido una caza de brujas.

En declaraciones a la cadena Ser, Grande-Marlaska ha comentado que lo ocurrido con Garzón ha sido "una pena desde el punto de vista personal y humano", pero ha asegurado que tiene "plena confianza" en todos los magistrados del Supremo, por lo que ha defendido su "competencia, honorabilidad y dignidad".

Grande-Marlaska ha considerado "grave" que se haya puesto en tela de juicio la imparcialidad del Tribunal Supremo y ha comentado que el día que pierda la confianza necesaria en el Alto Tribunal se planteará seriamente "salir de la carrera judicial".

En referencia al futuro de la Audiencia Nacional con el fin del terrorismo, el presidente de la Sala de lo Penal ha dicho -al igual que en una entrevista que hoy publica el diario ABC- que si bien el terrorismo justificó su creación ahora la delincuencia organizada sustenta su plena vigencia.

En este sentido, ha afirmado que "una de las grandezas del Estado de derecho es que la Audiencia Nacional ha actuado igual con tregua que sin tregua".

A la pregunta sobre el tratamiento que se debe dar a los presos de ETA, Grande-Marlaska ha dicho que "no hay más maniobra que los instrumentos que nos permite la ley", lo que supone que "todos los delitos y todos los delincuentes son lo mismo".

"La ley y el Estado de derecho pueden ser muy generosos" pero ello "no implica ser débil", de manera que "un Estado puede y debe ser generoso pero nunca débil y para ello se deben dar los requisitos que la propia ley dispone", ha precisado.