"Canarias no puede esperar", ha dicho la consejera de Empleo, Industria y Comercio del Gobierno de Canarias, Margarita Ramos. Claro que no; no podemos esperar otros seis siglos hasta que España, motu proprio, nos conceda nuestra independencia. Los españoles no van a soltar voluntariamente la teta isleña. Lo que procede es exigir nuestra soberanía sin más dilaciones. Es lo que deberían haber hecho hace mucho tiempo los nacionalistas de Coalición Canaria si fuesen auténticos nacionalistas; si no se contentaran con las migajas que les dan en Madrid. En vez de tomar esa decisión, se dedica Paulino Rivero, el mayor inepto político que ha habido en estas Islas, a presumir de que su Gobierno ha aprobado un plan para ayudar a 12.000 desempleados. ¿Y qué hacemos con los demás? Porque si no nos fallan las cuentas, en Canarias hay 340.000 parados. Un ejemplo más de que este presidente no sirve. CC tiene que quitárselo de encima o se producirá un levantamiento popular que no deseamos, pero del que hemos advertido reiteradamente. Por mucho menos está saliendo la gente a la calle en otros lugares.

A medida que pasan los días coge cuerpo la idea de una posible alianza de Canarias con Marruecos. Parece que al final la solución está en entendernos con este país y no con España, que es una nación situada en otro continente. Si España está hoy presente en Canarias es porque en su día intoxicó -o narcotizó- a los canarios con su historia, su geografía, sus armas y su Santa Inquisición. Hoy se ha visto que el pueblo canario no posee nada de Iberia, ni de los íberos, ni de los celtíberos, ni de los sarracenos, ni de los godos, visigodos y ostrogodos; lo que poseemos los canarios nos ha sido dado en herencia por una raza noble y viril. Un pueblo que poseía su civilización, como fue el pueblo guanche.

Que nadie se asuste por lo que publica don Ramón Moreno respecto a nuestra posible alianza con Marruecos, porque los moros ya no son moros; son marroquíes. Son ciudadanos de un país moderno y prácticamente europeo. Y se está viendo, insistimos, en que los moros en la costa ya no existen. Son vecinos nuestros; son los de al lado. En cambio, los españoles son unos invasores y no llegaron de un país próximo, sino de otra galaxia que se llama Europa. Son, además, unos extraños que nos mantienen como su servicio doméstico. Nos roban todo nuestro esfuerzo, todo nuestro trabajo, toda la riqueza de nuestro trabajo en beneficio de sus hijos mientras los nuestros han de alimentarse con mendrugos de pan. Y aquí todos tan contentos, gobernados por una pareja de déspotas políticos y una caterva de inútiles de los que volveremos a ocuparnos en nuestro editorial de mañana domingo.

No es que nos estemos hundiendo; estamos hundidos por culpa de estos sinvergüenzas políticos. Por si fuesen pocos sus cinismos, ahora aparecen con esa propuesta que citábamos al principio de este editorial para ayudar a 12.000 desempleados, como si este Archipiélago no tuviese muchos miles más de parados porque Paulino Rivero, con su necedad política y la de quienes lo acompañan en las tareas de gobierno, nos ha equiparado en pobreza y miseria con las más pobres de las colonias francesas.

Lo repetimos: Canarias no puede esperar a ser independiente y disfrutar de sus riquezas. No podemos esperar para echar a patadas, metafóricamente hablando, a un presidente incompetente, inútil, necio, incapaz, déspota, torpe, estúpido y ruin, dicho todo ello en el aspecto político, ya que en su aspecto personal y familiar no dudamos que pueda tener sentimientos humanos; en cambio, políticamente ha demostrado que carece de sentimientos humanos, ya que ha permitido y propiciado el hambre del pueblo canario, enfermedad, muertes en las listas de espera, pobreza, mendicidad, emigración forzada y una desesperanza generalizada en la población. Además, ni siquiera estamos seguros de que este hombre pueda ayudar a esos 12.000 canarios. Paulino Rivero solo sabe ayudarse a sí mismo, políticamente hablando, a sus parientes y a sus amigos. Al pueblo que lo parta un rayo porque él vuela muy alto para ver las colas del hambre.

Mañana, en la página de nuestro editorial, verán otra vez los lectores de EL DÍA los rostros de los desvergonzados políticos de Coalición Canaria y del Partido Socialista que han llevado a estas Islas -una tierra que antes era afortunada; no nos cansaremos de repetirlo- a la ruina más absoluta.