Hace siete días ganó un Goya por su interpretación en "La voz dormida", filme de Benito Zambrano que, además del premio conquistado por la grancanaria Ana Wagener en el apartado de mejor actriz revelación, obtuvo otros dos reconocimientos de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España de la mano de María León, Mejor Actriz Revelación, y Carmen Agredado, una cordobesa que reside en el barrio grancanario de Vegueta que se hizo con el Goya a la Mejor Canción Original. "Esto es algo que siempre te imaginas, pero que cuando te pasa de verdad es raro", señala la canaria Ana Wagener, quien rozó este galardón con "El patio de mi cárcel" (2008) y "Biutiful" (2010).

¿La primera pregunta es inevitable: a la tercera ha sido la vencida?

Eso es lo que dice el refrán y en mi caso se ha cumplido (ríe)... La nominación en sí ya era un premio porque en este país hay muchas y grandes actrices y que hayan pensado en mí para incluirme en una lista de cuatro es casi un milagro. Si encima eres la elegida, todo se convierte en una ilusión que tienes que ir asimilando poco a poco para ir tomando tierra porque se trata de un sueño demasiado lindo. Esto es algo que siempre te imaginas, pero cuanto te pasa de verdad es raro...

Usted dice que siempre es importante que se fijen en su trabajo, pero es que en los últimos cuatro años ha estado nominada en tres galas de los Goyas. ¿Se han fijado bien?

Eso es algo que tengo que agradecer a todas las personas que han visto en mi trabajo algo que podía formar parte de sus proyectos. Yo estoy encantada de las experiencias que he vivido en el cine.

"El patio de mi cárcel", "Biutiful" y "La voz dormida", ¿No se puede decir que le haya ido mal en "prisión"?

La de "Biutiful" no era la cárcel, sino otro tipo de cárcel que estaba viviendo Uxbal, el personaje que interpretó Javier Bardem... En "El patio de mi cárcel" sí que estaba al otro lado de la reja porque era una presa y en "La voz dormida" interpreto a una carcelera... Sí que hay algo de verdad en la idea de que han sido las cárceles las que me han traído hasta el Goya.

Acumular papeles en 22 películas en menos de doce años es un logro a tener en cuenta si se analiza lo difícil que está la industria del cine en España, ¿no?

Cuando empecé en el teatro el cine lo veía de lejos. Era un mundo en condicional al que me encantaría entrar en algún instante de mi vida, pero que yo entendía que era una familia a la que no tenía acceso o, por lo menos, no sabía cómo acercame a ella... Seguí en el teatro y la imagen fue la que vino a verme al teatro. Por aquel entonces estaba haciendo "Joe Killer, el asesino" y, si no recuerdo mal, el día que fue Achero Mañas a verme actuar no había más de ocho personas en la sala. Sin saber quién era yo, él dijo que quería tener a esa mujer en su película ("El bola").

¿Su vida cambió a partir de "El Bola"?

Había dos papeles en los que podía encajar mi interpretación y no me lo pensé demasiado. Lo que nadie podía imaginar entonces era que "El bola" iba a ser una de las películas del año. Aquella experiencia me abrió algunas puertas, pero yo he intentado siempre elegir dónde he querido estar y dije no a varios proyectos en los que sabía que no iba a estar cómoda. No me importa que mis personajes sean pequeños si tienen algo que contar.

Para una artista que ha nacido en el teatro y con una presencia en series televisivas muy mediáticas debe ser impactante que se fijen en ella para dar el salto a la gran pantalla. ¿Tiene mucho que agradecer a la oportunidad que le entregó Achero Mañas?

Absolutamente, somos amigos y él sabe lo agradecida que estoy por haber confiado en su día en mí. Si tuviera que nombrar a cada una de las personas que tienen algo que ver con este Goya me tendrían que dedicar una ceremonia. En ese instante del discurso premia la solidaridad con los compañeros y no te puedes acordar de todo, pero yo no me olvidaré jamás de las personas que me han permitido llegar hasta aquí. Tanto Achero Mañas como José Antonio Félez podían haber buscado una actriz con más nombre para interpretar el primer papel que me dieron en el mundo del cine, pero me eligieron a mí y eso es algo que valoro mucho.

Entre "El bola" y "El perfecto desconocido", que es la película en la que aparecerá en breve en las salas de proyección, hay un montón de títulos con peso en la industria cinematográfica nacional; ¿pero en algún momento se ha planteado dar el salto internacional?

No tengo ninguna intención de ir a los Estados Unidos a buscarme la vida, pero es cierto que las fronteras cinematográficas están cada vez más abiertas en Europa y las opciones de estar en Hollywood son más reales que en el pasado... Me encantaría probar otro tipo de cine; ver cómo se trabaja en Francia o en Italia, pero aquí no estoy a disgusto. Mi interesa mucho estar en proyectos en los que el personaje que interpreto tenga algo que contar. Me gustaría seguir formando parte de panorama cinematográfico español y repetir experiencias con algunos directores que han tenido algo que ver con mi carrera.

Acaba de hablar de fronteras y ésa es una clave para entender el efecto de la insularidad. De hecho, usted se marchó a Sevilla a estudiar Arte Dramático e iniciar una carrera profesional. ¿Canarias está más cerca hoy en día de la industria del cine?

Las Islas hoy están mejor comunicadas y en ellas se mueven grandes directores. Además, yo siempre he defendido la teoría de que Canarias es un plató cinematográfico que proporciona muchas posibilidades a cualquier director. El carácter que habita en el Archipiélago es muy acogedor y, a la vez, cosmopolita porque sus habitantes ven con naturalidad el hecho de convivir con personas procedentes de muchos países. Esa multiculturalidad se refleja en el cine de los creadores de las Islas. El poder camaleónico que existe en Canarias para crear es algo propio que no está presente en otros sitios. Fuera de casa hay otras formas creativas que a nosotros nos pueden resultar extrañas, pero lo interesante es buscar esas conexiones y aprovecharlas. Yo no creo en el cine canario o madrileño, creo que en Canarias existen muchos talentos que están encontrando su lugar y que lo hacen sin tener que salir de casa. Andrés Santana es un ejemplo de ello.

Andrés Santana es otro canario que este año ha salido victorioso en la última gala de los Goyas; ¿Un premio que avala toda una carrera?

Me alegró muchísimo verlo con su Goya en la zona donde se atienden a los periodistas porque conozco la labor que viene desarrollando en Canarias desde hace años. Santana es un ejemplo de tesón, de trabajo, de constancia... En esta profesión puedes dar un pelotazo con tu primera película, pero yo creo en el trabajo y, sobre todo, en los equipos y este hombre le ha dedicado mucho tiempo de su vida al cine. En este mundo los esfuerzos no se suelen premiar siempre, pero valen mucho a la hora de tenerte en consideración. Aquí no importa que te llames Almodóvar o Bardem, sino el trabajo que hagas. Tanto Pedro como Bardem, que es algo que yo he podido comprobar de cerca, son dos seres muy trabajadores. Lo que han logrado no es fruto de una cara bonita, sino de cada uno de los esfuerzos que han invertido en el cine.

¿Cree que esta crisis va a debilitar el compromiso de las televisiones con el cine español?

Eso es algo que está ahí y de lo que se habla muchísimo... El otro día me preguntaron si había miedo en el cine español. ¿Miedo? No sé si hay miedo, pero sí una alerta ante lo que pueda pasar en los próximos años. Sabemos que vienen tiempos difíciles, pero cuando la crisis aprieta las ideas fluyen mejor. Eso forma parte de nuestro motor artístico y hay que potenciarlo aunque en la actualidad no se den las mejores circunstancias y las oportunidades de trabajo sean más bien escasas. Nadie sabe lo que va a pasar, pero

igual la crisis nos sirve para hacer películas algo más baratas e interesantes que las grandes superproducciones. Un buen guión no siempre es el más caro.

¿Siempre quedará el teatro?

Sí. Ahora hay un artista que surge de un fluido entre la televisión, el cine y el teatro que está teniendo cierto protagonismo en los teatros. Es interesante ver a actores que se han apuntado a este género artístico porque saben que en el cine la cosa no anda bien. La cultura no debería sufrir tanto esta crisis, pero es cierto que hoy existen otras prioridades sociales por encima de la oferta de ocio.

¿Y en su lista de deseos está trabajar pronto en Canarias?

Ahora estoy metida en una obra de teatro ("Málaga") y aún no me han planteado la posibilidad de actuar en casa, pero me volvería loca si pudiera llevarla a Canarias. En mi lista de prioridades está trabajar con Juan Carlos Fresnadillo, Mateo Gil o Falcón (sonríe), pero no hay nada. Rodar en el Archipiélago es un objetivo que siempre tengo en mente y sería interesante convertirlo en una realidad. Este Goya me obliga a ponerme las pilas para no tener que decepcionar a nadie...