A lo largo de las últimas semanas, el colectivo de productores de papaya del Archipiélago ha intensificado sus contactos con el objetivo de poner en marcha una asociación a escala regional para impulsar este cultivo, que cuenta con excelentes posibilidades de desarrollo en las Islas.

En esta línea, la coordinadora del departamento de Calidad de la compañía productora y exportadora Bonnysa Agroalimentaria en Tenerife, Hiurma Rodríguez, resalta que, a tenor de la crisis que está afectando al sector tomatero, muchos agricultores están empezando a apostar por la papaya como alternativa de futuro".

A su vez, agrega que el potencial que tiene en la Península es muy interesante, ya que la fruta que se cultiva en el Archipiélago llega en mejores condiciones que la que se importa de Brasil o México, tanto desde el punto de vista de maduración como de seguridad y, además, a un precio más económico.

Sobre este asunto, apunta que "el margen de crecimiento en el mercado nacional es muy amplio, teniendo en cuenta que, según los últimos estudios, el consumo anual de papaya de un peninsular es de 200 gramos frente a los 2,5 kilos de un canario".

Campañas de promoción

Por tanto, sostiene que a partir de la constitución de esta asociación se podrían acometer una serie de acciones promocionales a escala estatal que ayudarían a lanzar definitivamente este subsector.

El pasado 15 de febrero tuvo lugar una reunión en las instalaciones de Bonnysa en la que participaron 47 representantes del sector entre productores, personal técnico, e investigadores de diversas administraciones autonómicas en el que se constituyeron varios grupos de trabajo.

El primero de ellos está centrado en el estudio de los plaguicidas y la consecución de las autorizaciones pertinentes para el uso de diversas materias activas con el fin de combatir las principales enfermedades que afectan a este cultivo, "dado que, hoy por hoy, no se permite usar prácticamente ningún producto fitosanitario salvo el azufre", apostilla Rodríguez.

Entre tanto, subraya que la misión del segundo es promover la elaboración de certificaciones y normas de calidad específicas.

Del mismo modo, explica que "un tercer grupo, que integra a todos los agentes de las asociaciones de productores de frutas y hortalizas (OPFH) son los que se encargan de fijar las directrices de la futura organización".

La representante de Bonnysa destaca que, desde la creación de este engranaje, "se ha llegado a la conclusión de que las principales plagas a combatir son el oidio y la araña roja, lo que ha permitido reducir a cinco el listado de la materias solicitadas al departamento de Sanidad Vegetal del Gobierno de Canarias (Azoxystrobin, Metiltiofanato, Hexitiazox, Spiromesifen y Trifloxistrobin)" al tiempo que añade que también se realizarán una serie de ensayos sobre la efectividad de estos productos".

En un nuevo encuentro mantenido el pasado viernes por los equipos de materias activas y certificaciones, se determinó, entre otras cuestiones, pedir una reunión con el área de Agricultura y Desarrollo Rural del Cabildo de Tenerife "para comenzar, lo antes posible, los ensayos en dos fincas de la Isla, que se han ofrecido para esta iniciativa, así como con el Instituto Canario de Cali''dad Agroalimentaria (ICCA), para poder iniciar los trámites de la creación de la norma de producción integrada".