Dar la espalda al continente africano ha sido un error, siempre lo es el aislamiento, imperdonable en un mundo globalizado. Mas pensar en África como mercado es una cosa y proponer un tratado de asociación con Marruecos otra bien distinta.

Tenemos al editor-director de este periódico como un caballero: aunque defienda sus ideas con vehemencia, denuncia verdades que muchos piensan y callan. Tanto en público como en privado es un hombre respetuoso, y especialmente con las mujeres. No creo que fuera fruto del despiste, me inclino a pensar que fue incitado por alguien malintencionado cuando incluyó en su editorial del 24 de febrero que "Marruecos es un país más civilizado que España y muy superior a Canarias en libertades".

Y bien sabemos el trato que reciben las mujeres en ese y en el resto de países árabes: la mujer considerada como un objeto, sometida a la voluntad de los hombres, en una situación intolerable para cualquier demócrata, el 50% de la población subyugada.

Acercarnos a África para colaborar a extender las ideas de libertad, de igualdad, de solidaridad, para que mejore la calidad de vida de la población; participar de los valores (cristianos) que nos han hecho libres, ese puede ser el reto. Estoy seguro de que don José Rodríguez, hombre de bien, rectificará: todas esas mujeres necesitan también a alguien que las defienda.

Murphy

(Santa Cruz de Tenerife)

Nota del editor:

Tiene razón el comunicante. La mujer marroquí, como todas las del mundo, es merecedora y derechohabiente de un trato civilizado, acorde con la civilización -y discúlpesenos la redundancia- que requiere un país civilizado y con una diplomacia exquisita, que avanza de forma imparable hacia el progreso. En algún momento comentaremos esta situación y sus circunstancias, con las que deseamos convivir; entiéndasenos que primero aspiramos y merecemos tener nuestra libertad, porque fuimos sangrientamente conquistados y hoy económicamente explotados. Nuestros recursos son para los españoles, que no somos nosotros, los canarios.

Por la ley de actualización del ahorro

Teniendo en cuenta la libertad que se debe tener en un Estado democrático para que los ciudadanos podamos elegir entre gastar todos los ingresos por rentas del trabajo o guardar y ahorrar para acontecimientos futuros, como imprevistos familiares, adquisición de nuevos bienes, o posponerlos para después de la jubilación y no pasar necesidades futuras, vengo en reclamar este derecho al ahorro, que el Gobierno, en contra de los ciudadanos a los que representa y en beneficio a la banca, a quien protege, vino a conculcar con sus leyes.

El ahorro es parte del salario y ya ha sido gravado por el IRPF. Al igual que el salario, debe ser actualizado cada año según la subida del IPC anual.

Hasta el 31 de diciembre del año 2011 los bancos daban un interés inferior al IPC (lo que es injusto), siendo que ese ahorro de ese ciudadano indefenso se veía esquilmado por los bancos y el Gobierno. A partir del 1 de enero de 2012 las cuentas de ahorro son al 0% de interés. Inaudito.

Esas medidas han hecho que la gente no ahorre; desincentivan el ahorro, propiciando que los ciudadanos piensen (les han creado la necesidad) en invertir en planes de pensiones. Esto es perjudicial porque los bancos ese dinero lo utilizan para pagar sueldos millonarios a sus ejecutivos y luego piden al Gobierno que los trabajadores de este país los rescaten de sus malas gestiones.

Lo justo sería que el ahorro que un ciudadano deposita en una cuenta bancaria permanezca inalterable en su valor adquisitivo a lo largo de los años hasta que su propietario quiera utilizarlo. Por lo tanto, se debe actualizar el ahorro cada año según el IPC y que el Gobierno no te quite lo tuyo, pues ya fue gravado en la declaración de rentas del trabajo. Que busque los ingresos en las rentas del capital.

Marcelino Acosta