La patronal canaria de importadores y concesionarios de automóviles (Fredica) mostró ayer su "frontal oposición" a un posible incremento de impuestos por parte del Gobierno autónomo. Según el presidente de Fredica, Rafael Pombriego, el subsector del automóvil "se encuentra exhausto", por lo que elevar la presión fiscal "tendría efectos demoledores" en el mismo.

"Ni las pequeñas y medianas empresas privadas ni los trabajadores de las mismas deben seguir soportando exclusivamente el peso de solventar esta crisis, por lo que son necesarios gestos claros de los políticos y de las administraciones públicas en el sentido de ahorrar y gestionar sus escasos recursos con eficiencia y honradez", reclamó Pombriego.

Recordó que el mercado automovilístico isleño ha caído en los últimos años más de un 60%, con lo que las cifras de matriculación han regresado a cotas de principios de los años 90. "Pese a los esfuerzos de recorte realizados por las empresas, no se consigue equilibrar la situación porque los ingresos se siguen reduciendo", indicó.