El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anunció ayer que el déficit público de este año cerrará en el 5,8% del PIB y añadió que esta cifra, que responde a una decisión "soberana" de España, respeta tanto la normativa de la Unión Europea (UE) como el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Rajoy, al igual que su ministro de Economía, Luis de Guindos, opinó también que esta nueva cifra de déficit, superior al 4,4% comprometido con Bruselas, no perjudicará al país ni en los mercados ni en las emisiones que haga el Tesoro.

El déficit español en 2011, como ya se informó, fue de un 8,5%, superior al 6% que se había estimado previamente.

La decisión española fue acogida con reticencias en Bruselas, ya que fuentes de la Comisión Europea la interpretaron como una "presión política" que no conducirá a nada.

Según explicó Rajoy en Bruselas, la modificación al alza de la cifra de déficit no incumple el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la UE, ya que la intención es alcanzar un 3% de déficit en 2013 tal y como establece este texto.

En Madrid, el Gobierno aprobaba el techo de gasto para 2012, que será de 118.565 millones de euros, lo que supone un recorte del 4,7% respecto al límite presupuestario establecido para 2011, según anunció el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.

Montoro señaló que el gasto disponible de los ministerios se recorta el 12,5%, al pasar de 66.249 millones en 2011 a 57.978 millones este año. La cifra del límite de gasto, debido a que deben atenderse obligaciones de ejercicios anteriores del Estado por importe de 2.270 millones, hacen que el límite de gasto homogéneo sea de 116.295 millones.

Cumplir las metas

Tras conocer la decisión española, la Comisión Europea, mediante su portavoz de asuntos económicos, Amadeu Altafaj, recordó que cumplir con las metas fijadas por Bruselas es clave para recuperar la confianza. Pero otras fuentes fueron más allá al recalcar que se trata de una "presión política" y considerar que España debería haber compartido primero su información con sus socios europeos.

El presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, insistió en que los países de la UE deben mantener los objetivos presupuestarios, si bien reconoció que la situación de España es muy diferente de la del norte de Europa.

La canciller alemana, Angela Merkel, advirtió por su parte de que "no tiene sentido" hablar ahora de flexibilizar los objetivos de déficit y recalcó que Rajoy se comprometió a hacer todo lo posible para cumplir con el umbral fijado.

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, elogió las medidas "extremadamente fuertes" tomadas por el Gobierno español en los dos últimos meses.