El estado en el que se encuentra la capilla de San Pedro Abajo de Güímar, declarada Bien de Interés Cultural (BIC) desde febrero de 2006, mantiene en vilo al concejal de Cultura, Pedro Damián Hernández.

El motivo es el deterioro de los murales interiores del templo a consecuencia de las humedades, "que han empeorado muchísimo en este último año", señala el edil del grupo de gobierno, quien admite que todavía se desconoce la "fuente" de las filtraciones, a pesar de que se han llevado a cabo estudios para determinar el problema.

"La consecuencia de estas humedades es que aproximadamente un 30 por ciento de los murales están afectados, con lo que el restaurador tendrá que implicarse más para proceder a la recuperación de las pinturas", indica.

El edil señala que "la propuesta técnica para erradicar las humedades pasa, al menos por el momento, por crear una zanja perimetral alrededor del templo con el objetivo de aislar las filtraciones. Al parecer, las humedades no son por capilaridad, sino por fugas de agua, no descartando que provengan de tuberías de abastecimiento o de saneamiento".

Pedro Hernández resalta que "la intención que tenemos es que todos los trabajos que se tengan que hacer estén concluidos para junio del próximo año", señalando que el presupuesto para la restauración de los murales asciende a 39.000 euros y "ahora habría que presupuestar la obra de la zanja".

El coste del conjunto de las actuaciones "seguramente tenga que financiarse entre varias administraciones públicas, incluso que se implique el Obispado", comenta el edil del grupo de gobierno.