EN ESO, precisamente, se ha convertido Canarias: ¡¡en el santuario del llamado Frente Polisario, que campa a sus anchas en nuestras Islas!! Y todo porque esa España colonialista nos utiliza según le conviene para, desde este enclave de ultramar, conspirar contra regímenes políticos legalmente establecidos y contra mandatarios de "naciones amigas" elegidos democráticamente. Y como ejemplos inequívocos tenemos las acciones desarrolladas por un supuesto gobierno de Guinea Ecuatorial en el exilio, liderado por el tal Severo Moto, reunido un día en el antiguo hotel Iberia de Las Palmas en busca de adeptos entre el colectivo de ecuatoguineanos residentes en Canarias. Así como la orquestada oposición al presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez, que tiene su foco principal de resistencia en Tenerife, entre la numerosa colonia de canarios-venezolanos, hijos de la emigración, que habitan en esta Isla.

Y lo que es peor, dando cobijo y cobertura diplomática al Frente Polisario para así soliviantar a Marruecos donde más le duele: el Sáhara. Territorio del que estamos enfrente, ¡no enfrentados!, y que constituye, sin ningún género de dudas, el "hinterland" natural del Archipiélago canario, situado a 96 km (unas 59,56 millas marinas) de la costa occidental del Reino de Marruecos, que lo considera sus "Provincias del Sur". Asunto del que ahora hablaremos detalladamente. Antes debemos constatar que esa España perversa y retrógrada cuenta con la complicidad y anuencia del pueblo canario, vilmente manipulado, más pendiente de causas ajenas que de la suya propia (ver "Canarias: Paraíso político y Edén solidario", www.elcanario.net, con la firma de...); imbuido por los medios de comunicación en general, que sirven de correa de transmisión de la "política exterior" española perpetrada desde Canarias. Y como prueba evidente, véase la agenda de actos de esta semana que termina de un conocido "foro de opinión" de cierto periódico de obediencia españolista editado en Las Palmas: miércoles, 29 de febrero, 20,00 h: "Palestina en la encrucijada"; jueves, 1 de marzo, 20,00 h: "¿Es posible la paz en Colombia?"; viernes, 2 de marzo, 19,30 h: "Ayuda a Nepal"; y así sucesivamente en todo el Archipiélago.

Es lógico, pues, que el núcleo de las reflexiones y denuncias de este artículo lo constituya el Sáhara. Sin embargo, es mi continua preocupación por Canarias lo que late en el corazón de este comprometido escrito, que desvela a partir de este momento la cruda realidad de lo que pasa en nuestra tierra, ya que, independientemente de los procesos de conquista, colonización y, sobre todo, del desenlace político del territorio, estos factores han tenido y tienen una repercusión trascendental para Canarias. Mi punto de partida es el concepto de lo político tal como fue formulado por Carl Schmitt, a saber, la contraposición existencial "amigo-enemigo" que subyace en la imperialista política española, y que hace que el pueblo canario, inducido por España, considere un "enemigo" a Marruecos, en lugar del necesario y benefactor amigo.

Por su posición geopolítica y por razones históricas y culturales, el "tratamiento" del Sáhara suele ir parejo con la decadencia política de España, nostálgica del imperio. Así, no es de extrañar la versión interesada y capciosa que se hace en un informe realizado por un grupo interdisciplinar de profesores españoles que ratifica lo que decimos. "El proceso fatal de descolonización del Sáhara Occidental no solo supuso lo que se ha llamado una traición al pueblo saharaui (de la que no cabe responsabilizar a la nación española, sino a algunos elementos dirigentes del Estado español) cuyas consecuencias perviven aún hoy, sino que, además, resultó ser un auténtico suicidio político de España. Ese suicidio político tiene dos vertientes íntimamente concatenadas: una exterior y otra interior. De un lado, en lugar de prevenirnos frente a Marruecos, nuestro enemigo concreto, geopolítico, histórico y cultural, lo fortalecimos política y económicamente. Es como si el reo le diese al verdugo la soga con la que va a ser colgado...".

Prescindiendo de la "vertiente interior", absolutamente irrelevante en este contexto, lo cierto es que análisis de esa naturaleza han propiciado los planteamientos beligerantes de España contra Marruecos, que explicarían las actividades de los llamados "amigos del pueblo saharaui" y de los miembros del aparato de seguridad del Frente Polisario que operan en y desde Canarias. En efecto: el gran defensor de causas perdidas y artífice de todo el entramado prosaharaui de Canarias y del apoyo y ayuda a los miembros del Polisario es el conocido exaparcero comunista Carmelo Ramírez, exconsejero del Cabildo insular de Gran Canaria de Cooperación y Solidaridad Internacional, dedicado fundamentalmente a financiar todos los movimientos y asociaciones pro saharaui contrarias a Marruecos. ¿Ha dado cuentas el tal Ramírez a qué destinó los fondos asignados por la Corporación insular a esa Consejería?

Junto a este miembro significado de Nueva Canarias, y enemigo declarado de Marruecos, existe toda una red de colaboradores, como son la Asociación Canaria de Solidaridad con el Pueblo Saharaui de Las Palmas, presidida por una tal María Luz Rodríguez Reyes, siendo su vicepresidenta la tal Saro Bolaños, exmujer de Carmelo Ramírez, y la Asociación Canaria de Amistad con el Pueblo Saharaui de Tenerife, presidida por una tal Conchi Reyes. Aparte, y convenientemente adoctrinados y financiados por España, están los partidos políticos de izquierda (ICAN, Partido Comunista etcétera), sindicatos y hasta de Coalición Canaria, cuya presidenta, Claudina Morales, mantenía relaciones (según desveló en una conversación privada el portavoz de CC, Barragán) con Emboirik Ahmad, embajador de la RASD en la República hermana de Venezuela. Para "asesorar" a todos los colectivos que desarrollan actividades pro saharauis está la abogada grancanaria Inés Miranda Navarro, que preside la Asociación Canaria de Juristas por la Paz y los Derechos Humanos, y que estuvo al lado de la tristemente famosa Aminatou Haidar en su huelga de hambre en el aeropuerto de Lanzarote, y que tanto eco mediático consiguió, que era de lo que se trataba.

Es importante resaltar que junto a esta activista saharaui, con gran poder adquisitivo, a tenor de las compras que realiza habitualmente en grandes almacenes de Las Palmas, se encuentran otros quince correligionarios, todos con pasaporte marroquí, que, como Representantes de la Comunidad Saharaui en el Sur de Marruecos (el Sáhara), participaron en el III Congreso del Polisario, que se celebró, contraviniendo la normativa internacional, en Tifariti, zona de exclusión, en diciembre de 2011. Una porción de territorio protegida por la MINURSO, desde el alto el fuego de 1991. Es muy importante para la opinión pública canaria conocer la relación de estos dieciséis activistas polisarios que se extrae de un documento oficial del Polisario al que he tenido acceso y que recoge el portal digital marroquí "Hespress", en su edición del 16 de febrero de 2012. Estos son los siguientes: Ibrahim Sebbar, Ahmed Dadach, Ibrahim Dahan, Soltana Khaya, la citada Aminatou Haidar, Mami Amr Salem, Naama Asfari, Ahmed Nassiri, Jimi Ghalia, Hamad Hamad, Sid Ahmed Lamjid, Mahjoub Oulad Sayed, Hayat Rguibi, Jamal Akridech, Ahmed Sbai y Lalla Nahbouha Lakhlifi. Todos estos activistas, que con frecuencia viajan a Las Palmas, circunstancia que conocen los servicios de inteligencia y la policía españoles, con misiones e instrucciones específicas, son recogidos en el aeropuerto por Abdessamad Uld Saleck Omar y trasladados no a hoteles, sino a pisos francos. Este individuo es hermano del ministro de Asuntos Exteriores de la RASD, Mohamed Salem Uld Saleck, conocido por "Franco", por ser un torturador de prisioneros marroquíes en las cárceles de Tinduf.

En definitiva, el Frente Polisario es un invento de Argelia, que mantiene un contencioso histórico con Marruecos, para constituir una pretendida RASD que propiciara la salida al Atlántico del petróleo y gas argelinos y opera con total impunidad en territorio canario con el consentimiento de las autoridades españolas y canarias; y que tienen también su área de influencia en las dos Universidades canarias, la ULL y la ULPGC, entre estudiantes contaminados por las doctrinas e ideologías de izquierda, llamadas eufemísticamente "progresistas". Un supuesto "movimiento de liberación" del llamado pueblo saharaui, cuya mayoría de dirigentes no son naturales del Sáhara, ya que nacieron en Tan Tan, Tarfaya, Guelmim, etcétera; con el agravante de que el proclamado presidente de la RASD, Mohamed Abdelaziz, es hijo de un miembro de las FAR (Fuerzas Armadas Reales).

Y ya por último, denunciar que existen pruebas de que un número de estos criminales que mataron en el campamento Gdeim Izik a once jóvenes miembros de la Fuerza Pública marroquí, sin armas, están refugiados en Vecindario, confundidos entre la numerosa colonia de magrebíes que habitan en esta ciudad del Sur grancanario. Además, las actividades de los miembros del Polisario no son controladas por el "representante diplomático", Mohamed Daha, que trabaja en íntima colaboración con Carmelo Ramírez, sino por miembros del aparato de seguridad del Frente. ¿Cómo es posible que el pueblo canario se deje manipular y embaucar y no vea cómo se utiliza Canarias para atacar a Marruecos, el Estado costero vecino y amigo con el que, por imperativo geográfico, estamos condenados a entendernos?

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