El área de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Santa Cruz ha detectado un total de 110 zonas entre avenidas, parques, plazas y calles de la capital tinerfeña en donde la mosca blanca se ha dejado notar de forma extraordinaria, una plaga de insectos parásitos que causa daños principalmente a especies vegetales ornamentales. En este sentido, la mosca blanca produce una reducción de la función fotosintética en las especies, "alcanzando su mayor desarrollo con climatología de altas temperaturas y humedades", según reza en un informe técnico de la corporación local sobre localización y tratamiento de la plaga, entre otras cuestiones.

Tal y como se apuntó en la edición de EL DÍA del pasado viernes, las altas temperaturas han provocado un rebrote de la plaga del "Aleurodicus dispersus", un insecto del que ya advertían vecinos y comerciantes de distintas zonas de Santa Cruz. No obstante, Parques y Jardines nunca ha dejado de controlar la plaga, tratándose todos los espacios vegetales hasta tres veces al año. En este sentido, los técnicos programan por zonas la lucha contra la mosca, realizándose principalmente en horario nocturno las labores de control de un insecto que es complicado de erradicar de Canarias.

110 apuntes.- El informe cuenta con un listado de las zonas más afectadas por este insecto, alcanzando en importancia un total de 110 enclaves del municipio, entre los que se encuentran, entre otras, las avenidas Los Asuncionistas, Benito Pérez Armas, Francisco La Roche, Los Majuelos o Reyes Católicos; las calles Álvaro Rodríguez López, Imeldo Serís, El Pilar, María Jiménez, San Sebastián o Suárez Guerra; y plazas como de Duggi, Europa, Ireneo González, La Victoria, Los Sabandeños, San Francisco, o el parque García Sanabria.

La metodología empleada por los técnicos para los trabajos se centra principalmente en una inspección visual de las zonas más afectadas, haciéndose un programa de actuaciones en función de los trabajos de observación. Con posterioridad y siguiendo el orden establecido, el plan se pone en conocimiento de la Policía Local y de Urbaser, la empresa responsable de la limpieza viaria, para coordinar los trabajos.

Un insecticida natural.- Para el control fitosanitario se utiliza el aceite de Neem, un insecticida natural que no produce perjuicios a la salud del hombre ni de los animales, en combinación de un regulador del pH, mezcla que mantiene a raya la plaga.

Antes de impregnar los vegetales con el producto, de forma manual se realiza un lavado integral con agua y jabón a los vegetales afectados con equipo de cuatro operarios y dos cisternas de 8.000 litros. Por último, otra cisterna más especializada con capacidad de 1.000 litros impregna los objetivos con la solución para el control de la molesta mosca blanca.

El concejal de Obras y Servicios, Dámaso Arteaga, explicó que la labor no acaba aquí, ya que se repite hasta tres veces al año, y se complementan los trabajos con la limpieza del pavimento de las calles de las zonas más afectadas por la plaga.

Una plaga muy difícil de erradicar

El concejal del área de Obras y Servicios, Dámaso Arteaga, destacó el "esfuerzo riguroso" que se hace desde Parques y Jardines para controlar la plaga, "muy difícil de erradicar". El hecho de tener un invierno caliente "ayuda poco" para controlar el insecto porque las condiciones naturales influyen en las plagas, "pero en cualquier caso el tratamiento que les estamos dando es importante acompañado de unos recursos también importantes y muy metódicos, como son la colaboración y las aportaciones vecinales para determinar aquellas zonas que son más complicadas y los tratamientos no nocivos para la salud de las personas".