Si no es reelegido, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, dejará la política, si bien aún no tiene claro a qué se dedicará. Todos los sondeos dan como favorito, hasta ahora, al candidato socialista, François Hollande, que después del anuncio realizado por su más directo rival, el presidente saliente, señaló que él seguirá sirviendo a los franceses, aunque de "otra forma".

El presidente francés, rezagado en las encuestas frente a su rival socialista, François Hollande, en una entrevista radiofónica en RMC, cuando le preguntaron si en caso de perder la segunda vuelta el próximo 6 de mayo dejaría la política, Sarkozy ha respondido con un rotundo "sí".

"Haré otra cosa", añadió el presidente francés, si bien matizó que "no sé el qué". Ante la insistencia de una oyente que quería saber si volvería a ejercer como abogado, el candidato de la UMP subrayó que "no me sitúo en esta perspectiva" de perder los comicios.

"Si los franceses no confían en mí, ¿debería continuar en la vida política? La respuesta es no", aseveró, ante la insistencia del presentador sobre el tema. "Esas carreras que no terminan nunca, eso les pasa a los jóvenes que no pueden ascender. Si no fuera vuestra opción, me inclinaría y habría concluido una vida política muy bonita", remachó.

Hollande, favorito

Por ahora, todos los sondeos conceden al socialista François Hollande como el máximo favorito para suceder a Nicolas Sarkozy en el Elíseo, pese a los intentos del presidente en las últimas semanas de arañar votos a la tercera candidata con más respaldo, la ultraderechista Marine Le Pen.

Sin embargo, después del anuncio realizado por Nicolas Sarkozy, el candidato socialista a la Presidencia francesa señaló que no dejará la política si pierde las elecciones presidenciales sino que seguirá al servicio de los franceses aunque "de otra forma".

"Mi vida está en el servicio a los ciudadanos. Seguiré de otra forma, si no soy elegido, realizando mi trabajo ante los conciudadanos", ha aseverado en declaraciones a la prensa. "Comprendo que el candidato saliente se plantee estas cuestiones", añadió Hollande, ironizando con el hecho de que los sondeos no son favorables a Sarkozy.

Así las cosas, y tratando de hacer gala de modestia, Hollande incidió en que él simplemente es "candidato a las elecciones presidenciales" y lo que busca es que "los franceses opten por el cambio". "No estoy por la exhibición personal", añadió, subrayando que lo que está en juego "no es mi destino, sino el de Francia".