El ministro de Justicia, Alberto Ruíz-Gallardón, se mostró dispuesto a comparecer en la Comisión de Justicia en el Congreso, después de que la "número dos" del PSOE, Elena Valenciano, anunciara que va a pedir su comparecencia en la Cámara Baja para que explique cuál es esa "violencia estructural" sobre las embarazadas.

En una conversación con periodistas en los pasillos del Congreso, Gallardón puso como ejemplos de esta "violencia estructural" a la que se ven sometidas algunas mujeres encinta las presiones que puede padecer una mujer inmigrante.

Igualmente, especificó el caso de las mujeres que, al quedarse embarazadas, tienen miedo de perder su puesto de trabajo o bien que no sean contratadas, por el mero hecho de estar embarazadas.

Así, reiteró que la reforma que prevé el Gobierno seguirá las líneas de la doctrina del Tribunal Constitucional de 1985, de cara a que los poderes públicos dispongan de todos los medios necesarios para apoyar a esas mujeres, es decir, puedan ofrecerles alternativas para no tener que abortar.

Apoyo del partido

En este sentido, la secretaria de Educación e Igualdad del PP, Sandra Moneo, explicó a su vez en declaraciones a los medios en los pasillos del Congreso que cuando se habla de "violencia de género estructural" se hace referencia a una violencia o presión que padecen algunas mujeres en su entorno laboral.

"En ocasiones, por no poder acceder a un puesto de trabajo por el hecho de estar embarazadas, por ser mujeres en situación de exclusión social. El ministro hizo referencia a una realidad", detalló.

De hecho, insistió en que lo que sí ha hecho este Gobierno del PP, a diferencia del socialista, es promover alternativas a aquellas mujeres que se han quedado embarazadas sin desearlo y quieren interrumpir de forma voluntaria su embarazo.

"El ministro de Justicia no habló de penalizar a las mujeres sino de defender los derechos de las mujeres y uno de sus principales derechos es el de ser madres", aclaró, al mismo tiempo que tachó de "impresentables" las declaraciones de Elena Valenciano, del PSOE, porque considera que sí hay mujeres que sufren acoso por quedarse embarazadas.

Asimismo, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, dijo ayer que comparte al "100%" las palabras del titular de Justicia, Alberto Ruíz-Gallardón, sobre que existe una "violencia estructural contra la mujer por el mero hecho del embarazo" que lleva al aborto y sostuvo que existen estudios universitarios que lo demuestran.

Precisamente, las diputadas del PP Carmen Quintanilla y Beatriz Rodríguez Salmones aplaudieron el pasado miércoles las palabras del ministro de Justicia denunciando presiones que "violentan el derecho a ser madres", al mismo tiempo que cargaron contra el PSOE, al que acusaron de tener un discurso "un poco trasnochado". En concreto, Rodríguez Salmones, miembro de la dirección del Grupo Popular, quiso dejar claro que lo que quiere hacer Gallardón es una reforma legal que proteja a aquellas mujeres que se vean abocadas a abortar por no tener apoyo o ayudas diferentes.