Hoy vamos a hablar de muchas injusticias cometidas por el Parlamento de Canarias simplemente por incompetencia de sus componentes. La mayoría de sus miembros son políticos descerebrados. Entre ellos destaca la "nacionalista" María del Mar Julios, de la que enseguida hablaremos.

Recordamos para nuestros lectores las "hazañas" más notables de esta institución degradada por quienes forman parte de ella. Empezamos con el desahucio de los vecinos colindantes, que fueron expropiados forzosamente para ampliar las dependencias de despachos y reposo de sus señorías. Uno de los diputados, también "nacionalista", le dijo a una de las propietarias afectadas que si no se avenía a las razones de "sus señorías", no vería ni un céntimo en vida por sus propiedades. Y así fue.

También cabe atribuirle a la Cámara legislativa regional la forma en que "jodieron" a Tenerife al redactar el Estatuto de Autonomía. Todavía tenemos presente la imagen de los principales partícipes en este atropello riendo regocijados mientras se estrechaban las manos. Para quitarle importancia a la principal isla del Archipiélago, puesto que es la más grande y poblada, eligieron el orden alfabético en la enumeración de todas, cuando lo habitual es empezar por la más grande y concluir por la más pequeña. Por ejemplo, como ocurre con las Islas Baleares. No menos grande fue la barbaridad de mantener el engañoso "gran" en el nombre de Canaria, que no es la isla más grande -en extensión es la tercera- ni tampoco la más poblada. Por si fuera poco lo anterior, colocaron dos perros rampantes lamiendo la corona española, a la vez que igualaron con todas las demás el tamaño de la isla que posee en su territorio el principal símbolo de Canarias: el Teide.

Como estos "meritorios trabajos" de sus señorías debían estar bien pagados, los diputados y diputadas del Parlamento de Canarias se subieron los sueldos cuando ya la crisis económica arrojaba a las colas del hambre a miles de isleños. A pesar de que el paro ha seguido aumentando vertiginosamente en el Archipiélago, a pesar de que muchos niños canarios solo tienen unos mendrugos de pan duro para comer -y no todos los días-, sus señorías todavía no han descontado de sus generosas nóminas los suplementos indebidamente añadidos. EL DÍA, un periódico entregado en cuerpo y alma, al igual que su editor, a la defensa de Canarias y de los canarios, no podía consentir esta tropelía. Por eso denunció y criticó duramente esta ignominiosa forma de proceder de los miembros del Parlamento. ¿Y cuál fue la reacción de sus señorías? ¿Reconocieron su error, rectificaron y le devolvieron al pueblo lo que le estaban robando políticamente? Nada de eso. Arremetieron contra nuestro periódico. Nos reprobaron mediante una declaración que leyó la inepta María del Mar Julios. Estamos seguros, y así lo hemos dicho muchas veces, que esta señora, esta calamidad política que ha sido la artífice, junto con el necio político Paulino Rivero de la desaparición de CC en Las Palmas, experimentó un orgasmo político mientras arremetía contra nuestro periódico. No podíamos permanecer impasibles ante semejante atropello. Por eso presentamos una denuncia contra los miembros de la entonces Mesa del Parlamento, que en estos momentos se encuentra en el Tribunal Constitucional.

El Parlamento de Canarias es un antro. No como institución, ya que como tal es muy respetable y lo será más cuando alcancemos nuestra independencia, sino por la nula calidad política de quienes se sientan en sus escaños, salvando unas poquísimas excepciones. Una cueva inútil, ineficaz, de la que nunca ha salido ni saldrá nada bueno para Canarias. Ni siquiera una declaración formal contra el colonialismo que nos oprime y exprime desde hace casi seis siglos. La porquería política que se sienta en ese antro da asco. Ahora, en un empeño de seguir con sus "heroicas hazañas" del pasado, ese Parlamento ha rechazado las prospecciones petrolíferas que, de momento, solo son eso: sondeos para comprobar si hay petróleo y cuál es su calidad. Y acabamos.

Comentaba ayer nuestro articulista Roger en su columna "A fondo" que se percibe un notable descontento en las filas de Coalición Canaria con Paulino Rivero, sobre todo por el enfrentamiento que mantiene este con el grupo de comunicación de EL DÍA, y por el daño que con su actitud le está causando el presidente a su partido. Existe la posibilidad, según Roger, de que Fernando Clavijo, alcalde lagunero, pudiera ser el sustituto de Rivero, tanto en la presidencia de Coalición Canaria como en la futura candidatura a la presidencia autonómica.

Estamos de acuerdo. Ha quedado de manifiesto que la actual cúpula de CC -Rivero, Melchior, Oramas, Barragán, Ortiz y otros- no sirve. Fernando Clavijo, en cambio, es una persona de nuestro afecto y muy capaz, aunque ahora esté amordazada por el tirano político que nos gobierna. Incluso se retiró de las páginas de EL DÍA por orden suya. No esperen a que Canarias se hunda por completo y sin remedio para echar a Rivero a empujones.