El Cabildo Insular de Tenerife mostró ayer su preocupación con el presente de los cultivos de la Isla, que, afectados por la escasez de precipitaciones, viven "un momento crítico", según afirmó Domingo Ríos, director del Centro de la Conservación de la Biodiversidad de la institución insular, en el transcurso de una rueda de prensa sobre las acciones que desarrollarán este año las agencias de Extensión Agraria y Desarrollo Rural.

Ríos indicó que esta situación es especialmente complicada "para la papa o similares y para otros cultivos de secano como los chochos", a lo que agregó que, "si no llueve en los próximos días, las pérdidas en la papa pueden ser muy importantes".

También el consejero insular de Agricultura, Ganadería y Pesca, José Joaquín Bethencourt, hizo énfasis en los efectos de la ausencia de lluvia en las plantaciones de secano de papa y cereales, especialmente en la vertiente norte de Tenerife.

El político nacionalista señaló que la situación del Norte es más preocupante porque "hay, lógicamente, más cultivo de secano" y dado que, aunque el sistema de la entidad pública empresarial Balsas de Tenerife es "bastante complejo" y cuenta con "una tupida red de construcciones" que permiten llevar el agua de un lugar a otro, este "también tiene su dificultad".

Estas circunstancias vienen motivadas por unas lluvias que en Ravelo (El Sauzal), que es la localización insular en la que más ha llovido, rondan el 40 por ciento de la media de precipitaciones de los diez últimos años, lo que "da muestra -expuso el consejero- de lo dramático de la situación".

En este sentido, Domingo Ríos puntualizó que hay lugares donde apenas se alcanza "el cinco o el seis por ciento" de la media de la última década y que, en zonas como El Rosario, San Juan de la Rambla e Icod el Alto, se ha llegado a retrasar la plantación de cereales esperando a que haya "un poco de humedad".

Entretanto, Bethencourt precisó que, a la hora de analizar la situación, hay que distinguir entre los cultivos de regadío y los de secano. Si bien en el caso de los segundos el impacto es mayor debido a la carencia de lluvia, en los regados, los problemas se presentarían en el momento en que se acaben las reservas, por lo que ya se han puesto en marcha medidas correctoras.

Según aseveró el consejero, se está intentando "invertir la situación" mediante el dispositivo que la Corporación insular anunció la pasada semana y que, de una forma especial, tiene en cuenta a la comarca de Acentejo y al valle de La Orotava, "que son las zonas que más preocupan".

Asimismo, la referida situación también podría afectar a la viña, un cultivo que, pese a su sistema de raíces profundas, podría verse dañado de persistir la sequía, según advirtió la coordinadora de Extensión Agraria, Carmen Calzadilla, que añadió que la lluvia no solo es escasa sino que la poca que cayó se concentró en los meses de octubre y noviembre.

Auge de la agricultura

La situación de sequía es más preocupante si se tiene en cuenta que la crisis ha incrementado el interés por la agricultura, que se ha convertido, según apuntó José Joaquín Bethencourt, en actividad complementaria para muchos ciudadanos que, a través de este método, satisfacen las necesidades propias de la familia.

En palabras de Carmen Calzadilla, las personas que asisten a las actividades formativas relacionadas con el campo impartidas por el Cabildo se han disparado de 3.500 anuales en 2009 a más de 5.000 al año a partir de esa fecha. Además, el asesoramiento de tipo técnico, sobre todo para recibir información relacionada con la búsqueda de empleo, lo han solicitado unas 12.000 personas.