E N el uso del vidrio hay una técnica que se denomina "del doble soplado", al sacarlas es necesario dejarlas enfriar lentamente, ya que la temperatura ronda los 650 ºC. Finalmente, la botella es corregida de imperfecciones con la vaporización con óxidos metálicos y es recubierta con una película protectora de polietileno, para ser envueltas sobre palés.

Es cierto, que la oferta en estilos, colores, formas y capacidad en las botellas de vino, resulta casi infinita. Por un lado, existe un uso estético de la botella, con el fin de atraer la atención del consumidor, pero debemos decir, que los envases oscuros, previenen de la oxidación que provoca la incidencia de la luz. El tamaño de la botella también juega un papel importante en la evolución del contenido, ya que los envases de un volumen elevado (mágnum 1,5 l), con el doble de capacidad que la botella estándar de 75 cls, resultan ideales para la conservación del vino, ya que existe la misma proporción de aire que queda entre el corcho y el líquido, para el doble de volumen, lo que permite ralentizar su evolución, amortiguando los cambios de temperatura y prolongando el envejecimiento de los vinos de guarda.

En el caso del champagne, encontramos una diversidad sorprendente de tamaños de botellas, cuarto; 18,7 cl, media botella; 37,5 cl, botella; 75 cl, mágnum; 1,5 l, Jeroboam; 3 l, Matusalén; 6 l, Salmanasar; 9 l, Baltasar; 12 l, Nabucodonosor; 15 l.

Al igual que con los tipos de copas, encontramos infinidad de nombres para los estilos de botellas: bordelesa, bordelesa seducción, bordelesa prestigio, borgoña expresión, rhin alta, rhin baja, euro, futura..., de colores que oscilan entre el blanco, el verde esmeralda, verde av, azul, negro ibérico, topacio...

El reciclaje. El reciclaje del vidrio contribuye a la protección del medio ambiente, ya que se limitan las extracciones de materias primas (principalmente arenas), y además, fundir vidrio para su reutilización, consume menos energía que fundir materias primas, sumando a esto, que con el reciclaje de envases de vidrio, no se disminuye la cantidad ni la calidad. Hoy en día, podemos afirmar que en Europa, el 60% del vidrio de una botella, procede de otra botella. ¡Salud!

*Enólogo de Bodega Tajinaste