El Real Madrid asume el papel de favorito en unos octavos de final que han dejado de ser malditos desde la llegada de José Mourinho. Por ello quiere demostrar ante el aguerrido CSKA ruso que no renuncia a nada en el estadio Santiago Bernabéu tras el empate de la ida (1-1) y que están enterrados los fantasmas europeos del pasado tras seis años sin superar la barrera de octavos de final.

Si en algo se ha notado la mano de Mourinho en el Real Madrid es la recuperación del prestigio perdido en Europa. Ahora, el conjunto madridista es señalado por todos como el gran favorito al título junto al Barcelona. Con Mourinho en el banquillo solo ha perdido un encuentro en año y medio en Europa. El famoso de semifinales ante el eterno rival, que desató un huracán de polémica.

Sin mirar más allá del CSKA ni pensar en el cruce y el posible regreso del clásico del fútbol español trasladado a la Champions, el Real Madrid afronta el partido con una campaña que muestra el deseo de que se genere un ambiente de gran partido europeo en el Bernabéu y el único objetivo de mostrar su superioridad.

En Moscú, el CSKA logró cortar la racha de pleno de victorias del Real Madrid que le llevó a un récord histórico en la fase de grupos. Allí se lesionó Karim Benzema, la gran duda ahora de José Mourinho, que debe decidir si mantener a Gonzalo Higuaín, en racha goleadora, o apostar por el regreso del galo, o incluso juntar a los dos de inicio. "Jugaremos con tres delanteros, no con dos", afirmó ayer el técnico luso sin desvelar nombres. En esos tres delanteros incluye a Cristiano Ronaldo, en banda izquierda.

Mourinho, por decisión técnica, descartó a Callejón, Carvalho y Altintop. En el parte médico solo aparecen Di María y Coentrao.

El fútbol es traicionero

El entrenador del Real Madrid mostró ayer, en rueda de prensa, máximo respeto por el CSKA. "Lo que más temo es el fútbol porque muchas veces es traicionero. Es un espacio abierto a sorpresas y a que no siempre un buen equipo consiga ser mejor y ganar los partidos. Con 1-1 tenemos razones para saber que va a ser difícil. El CSKA es fuerte desde hace muchos años, al contraataque, físicamente y saben defender. Conozco las dificultades por eso intento pasar ese mensaje a mis jugadores", reconoció.

Incluso asumió que no sería un milagro si el CSKA elimina al Real Madrid ganando en el Bernabéu. "En el fútbol no hay milagros, sorpresas sí. Si el CSKA nos gana, no será un milagro, será porque lo han hecho muy bien o nosotros muy mal. Prefiero ser optimista y pensar que nosotros vamos a conseguir ganar la eliminatoria", añadió.

Mientras, el CSKA se ha puesto la piel de cordero para visitar el estadio Santiago Bernabéu. "A veces los milagros ocurren", afirmó Leonid Slutski, técnico del equipo del ejército ruso.