El Cabildo de Tenerife ha reclamado hoy al Gobierno central que mantenga las inversiones para las obras hidráulicas de interés general para Canarias y ha advertido que Tenerife no se puede permitir en esta materia "ni un euro más en recortes"

El consejero de Aguas del Cabildo de Tenerife, Jesús Morales, ha expresado en un comunicado su preocupación ante los recortes anunciados por el ministro de Agricultura, Miguel Ángel Cañete, y ha recordado la moción aprobada por el pleno de la institución para solicitar al Gobierno central la inclusión en los presupuestos de la ficha financiera del convenio 2008-2012 destinada a obras hidráulicas de interés general en Canarias.

En la moción,recuerda la nota, también se pide un nuevo convenio que ampare la total ejecución de las obras hidráulicas declaradas de interés general.

Actualmente en Tenerife se ejecutan dos desaladoras de agua de mar situadas en Granadilla y Fonsalía (Guía de Isora) y, en el primer caso, el Cabildo afirma que es necesario acometer una obra complementaria de conducción de la desaladora hacia San Isidro, para dar servicio a este núcleo y la franja costera de Granadilla.

Morales explica que ya están adjudicadas por parte del Gobierno de Canarias, sin que se haya firmado los contratos a la espera de que, en sus presupuestos de 2012, el Estado realice dos obras de ampliación de dos depuradoras que son la de Valle Guerra y la de Adeje-Arona.

El consejero insular señala si el Estado no cumple con estas obras, valoradas en unos 44 millones de euros, "nos encontraremos en una situación difícil de resolver, ya que la ejecución de estas obras compete al Gobierno de España, bien por su dimensión o bien por su interés"

El consejero añade que un inconveniente añadido es la escasez de lluvia, por lo que se precisan más que nunca, esas desaladoras y recuerda que las directivas medioambientales cada vez son más exigentes y si estas depuradoras las tiene que construir el Estado y no lo hace "impide a las administraciones responsables de la depuración cumplir con la legislación ambiental, dejándolas en un estado de indefensión evidente".