Especialistas del Hospital Clínic y de Sant Joan de Déu practicaron una operación pionera en el mundo para desatascar con una endoscopia un bronquio obstruido de un feto de 26 semanas, una operación con la que se salvó su vida.

"Gracias a una ecografía se pudo detectar el problema a tiempo; si no la hubiésemos intervenido, la niña estaría muerta", destacó ayer en una conferencia de prensa el doctor Julio Moreno, neonatólogo del hospital catalán de Sant Joan de Déu.

Tras la operación, el embarazo tuvo una evolución normal y, a las 38 semanas y con 2,5 kilogramos, nació una niña que ahora tiene 16 meses y hace una vida normal.

Es la primera vez en el mundo que se interviene a un feto de una atresia bronquial derecha (grave obstrucción de los bronquios) mediante un endoscopio diminuto, de 3 milímetros, por la tráquea.

Tras introducir el aparato por la boca del feto, los especialistas del Clínic de Barcelona y de Sant Joan de Déu observaron la obstrucción y la perforaron con un láser, de manera que se reconectaron los bronquios y así se desinfló el pulmón hasta recuperar su tamaño normal.

La atresia bronquial en fase fetal se había descrito anteriormente, pero en todos los casos no se había podido intervenir y el feto había muerto antes de nacer o poco después del parto.

La operación presentada ayer, que se llevó a cabo hace un año y medio, fue corta, de media hora de duración, pero muy delicada, ya que se practicó en un feto de 800 gramos con tejidos tan finos como un papel de fumar y a escasos milímetros del corazón. En el caso presentado ayer, uno de los bronquios principales que conectan el pulmón con la tráquea no se formó bien y le faltaba una porción, lo que hizo que todo el pulmón quedara aislado y sus secreciones se acumulasen, hinchando este órgano y provocando fallo cardíaco.

Con palabras de agradecimiento a los doctores, la madre del bebé, Mónica Colomina, de 33 años, relató el momento en que le propusieron intervenirla: "Era la única opción, o lo probábamos o interrumpíamos el embarazo". Según explicó, la niña, que se llama Alaitz (que significa alegría en vasco) hace "una vida completamente normal y está contenta y feliz".

La única intervención a la que se ha tenido que someter Alaitz a los 13 días de nacer fue a una operación quirúrgica para extirpar dos de los tres lóbulos del pulmón derecho dañados por la obstrucción bronquial.

Según la doctora Montserrat Castañón, cirujana pediátrica de Sant Joan de Déu, el haber perdido dos lóbulos de un pulmón no afectará a la calidad de vida de Alaitz en ningún aspecto.

La intervención, diseñada íntegramente en Barcelona por especialistas del Clínic y de Sant Joan de Déu, ofrece una opción de salvar la vida de una anomalía congénita como la atresia bronquial que afecta a uno de cada 10.000 fetos. En cirugía fetal, el Clínic y Sant Joan de Déu dan solución a más de 200 casos de patologías y es uno de los centros del mundo con más intervenciones de ese tipo.