Cada rueda de prensa que ofrece Rafael Nadal es una oportunidad para ser testigo de la personalidad y naturalidad del tenista número dos del mundo, y en la que ofreció la pasada noche se sinceró acerca de su próximo rival, David Nalbadian, y sobre las ampollas que arrastra en su mano izquierda.

Se esperaba que el balear hablase después de su partido de dobles con Marc López, pero en una decisión de última hora cambió de parecer y prefirió hacerlo antes de saltar a la pista del torneo californiano por segunda vez en la jornada, tras vencer al ucraniano Alexandr Dolgopolov y clasificarse para los cuartos de final.

Relajado, ante la mirada atenta de su jefe de prensa y de una treintena de periodistas de múltiples nacionalidades, habló sobre Nalbandian, de quien dijo que no le ha visto "ni un solo minuto de tenis en toda la semana", pero advirtió de su peligro en la pista.

"Será un partido complicado porque es uno de los mejores del mundo si está bien físicamente y sin lesiones", aseguró el manacorense. "Para haber ganado a Tsonga y Tipsarevic quiere decir que lo está, así que soy consciente de que tengo que jugar a un alto nivel si quiero ganar. Ya veremos qué pasa", añadió.

Al español se le recordó el épico choque que disputó frente a Nalbandian en el escenario de Indian Wells, en pleno desierto californiano, en 2009, y en el que salvó hasta cinco bolas de partido para darle la vuelta al encuentro.

"He jugado muchas partidos contra él. El Abierto de Estados Unidos el año pasado, Indian Wells en 2009, Miami en 2009, Madrid, París-Bercy... son todos recuerdos de partidos complicados, especialmente los últimos, porque los primeros siempre me ganaba fácil", declaró.

Además, gesticulante, ofreció una explicación a las tiritas que luce en su mano izquierda desde hace años, necesarias para las ampollas y las rozaduras que sufre.

"Hoy no podía sentir la bola sin las tiritas", admitió.

"He jugado los últimos tres años con ellas así que, si me las quito, tengo problemas. Mi piel es un poco sensible y cuando el clima cambia... ya sabes aquí es seco, en Miami muy húmedo y en Mallorca hacía mucho frío. Todo eso me crea problemas en las manos", explicó.

Nadal comentó que durante un tiempo decidió quitárselas cuando comprobaba que las heridas habían remitido, pero siempre regresaban.

"Es algo que me molesta mucho. Cuando tienes una ampolla de verdad es un problema. Decidimos jugar siempre con el vendaje y eso ayuda mucho", declaró.

Asimismo comentó el ejemplo a seguir que supone Roger Federer.

"Ha mejorado su juego a lo largo de su carrera. Era mejor jugador en 2008 que en 2004, y eso es algo difícil porque estando en el más alto nivel es complicado a veces mejorar. Eso es algo que yo siempre intento hacer, y es bueno tener ese ejemplo", apuntó

También recalcó su ferviente deseo de dar siempre el máximo de sí mismo, que es la única manera en la que concibe el deporte, aunque no siempre se encuentre en las condiciones óptimas para hacerlo.

"Amo la competición, pero a veces no estoy todo lo fresco que quisiera. Esa es la verdad. Lo único negativo de todo es que no quiero dejar esto a los 27 o 28 años; creo que nadie quiere", sostuvo.

Para evitar esa situación Nadal sabe perfectamente lo que tiene que hacer, y no duda en lanzar un dardo a la organización para argumentarlo.

"Cada año me tengo que cuidar más el cuerpo, preparar bien el calendario, analizar dónde jugar y dónde no... Eso es algo natural. La verdad es que el calendario hace que tomar esas decisiones sea muy difícil, y eso es lo único de la ATP con lo que no estoy contento", indicó.

No es la primera vez que el tenista español expresa su punto de vista sobre la dureza del calendario, y en esta ocasión reincidió en su mensaje.

"Tienes libertad para elegir dónde jugar, pero el calendario te obliga a que si quieres estar en lo alto de la clasificación, tienes que jugar casi obligatoriamente desde el 1 de enero hasta finales de noviembre", destacó el español.