Los intentos de Claus Meyer, cofundador de "Noma", considerado el mejor restaurante del mundo, por rehabilitar a presos a través de la cocina con show televisivo incluido, han generado un fuerte debate en Dinamarca.

El prestigioso chef estrenó anoche en horario estrella de la televisión pública danesa DR "Restaurant bag tremmer" (Restaurante tras las rejas), un "reality show" en el que en ocho semanas trata de enseñar a 20 presos -algunos con delitos de sangre- a cocinar con el objetivo de darles una salida laboral para el futuro.

El programa, grabado entre septiembre y noviembre del año pasado, forma parte de un proyecto en colaboración con las autoridades danesas para crear una escuela de cocina y un restaurante en la prisión de Vridsløselille, a las afueras de Copenhague.

Pero el esfuerzo rehabilitador de Meyer ha venido precedido por la polémica desde días antes del estreno, desatada por una carta en el diario Politiken de una joven de 29 años, Marlene Duus, cuyo ex novio y agresor ha sido empleado por el chef como aprendiz en una de sus panaderías dentro de un programa de reinserción.

Hace algo más de tres años, su ex novio la golpeó hasta dejarla inconsciente con una barra de hierro y luego la tiró desde un tercer piso, antes de lanzarse él mismo por la ventana.

Duus, a la que se le ha declarado un 50% de invalidez, denunciaba que mientras ella no puede trabajar y pelea con las autoridades laborales para que le den una indemnización, su agresor está trabajando sin haber cumplido la mitad de su condena de 6 años.

"Se olvida por completo la consideración a las víctimas. Las pesadillas aumentaron cuando averigüé que el sistema no controlaba al agresor, y me daba pánico salir. Dos años después de destruir mi vida en una orgía de violencia podía moverse con libertad aunque aún estaba encarcelado", criticaba.

La joven se preguntaba también si la política del chef es la forma en que en la Dinamarca de hoy se publicitan las empresas.

Meyer respondió que entendía la frustración de la joven y lo "inaceptable" de su situación por la desidia de las autoridades, pero resaltó que lo que él pretende es resocializar a los presos para evitar que vuelvan a delinquir.

A ese enfoque "resocializador" ha apuntado también la directora de la DR, Lotte Lindegaard, para justificar que el canal público se haya sumado al proyecto.

La idea de Meyer no ha sido en cambio bien recibida por grupos de defensa de víctimas de la violencia.

"Hay que elogiar su dimensión social, pero no creo que se deba usar como entretenimiento para televisión. Hay víctimas que no saben que sus agresores están participando en un ''reality''", ha dicho Henning Wollsen, presidente de "Ayuda a las Víctimas de la Violencia".

Los delincuentes aparecen además como "estrellas" de televisión, y eso no beneficia a sus víctimas, según Wolsen, que anoche participó en un debate televisivo en directo desde la cocina de Vridsløselille junto a políticos, un empresario y un ex presidiario.

El nuevo "reality show" de Meyer y la polémica con Marlene Duus y su ex novio han generado también un aluvión de comentarios de lectores y televidentes, aparte de la atención de los medios de comunicación, empezando por la prensa escrita, que dedica hoy en su mayoría un lugar preferente al estreno del programa.

La resocialización de los presos a través de la cocina es uno de los dos proyectos que ha puesto en marcha "Melting Pot", la fundación creada por Meyer, que también ha impulsado una escuela de cocina para niños pobres en La Paz.

De 48 años, Meyer es junto con el también chef danés René Redzepi propietario de Noma, el mejor restaurante del mundo en 2010 y 2011 según la revista británica Restaurant.