La bolsa española subió esta semana el 2,46 por ciento impulsada por los máximos anuales que registraban algunas plazas internacionales y por los buenos datos económicos estadounidenses.

El mercado nacional superó en este período a varios parqués relevantes de la escena mundial, ya que Londres subió el 1,33 por ciento; el índice Dow Jones de Industriales -en precios del comienzo de 2008-, el 2,4 por ciento, y el SP 500, el 2,43 por ciento. Fráncfort ganó el 4,03 por ciento; Milán, el 3,66 por ciento, y París, el 3,08 por ciento.

La semana comenzó con una bajada considerable que dejaba la bolsa española a veinte puntos del mínimo del ejercicio (8.160 puntos) registrado unos días antes.

Casi al mismo tiempo, las autoridades europeas fallaban salomónicamente sobre el déficit a cumplir este año por España, el 5,3 por ciento, y aprobaban el segundo rescate a Grecia.

El mercado contó con el apoyo de Wall Street, que esta semana aprovechaba diversas estadísticas económicas, y obviaba otras, para continuar en máximos desde hace más de cincuenta meses y contagiar a Europa su pujanza.

De la coyuntura de la primera economía mundial destacaba el alza del consumo -las ventas minoristas subían el 1,1 por ciento- o el alza de la producción industrial el 0,3 por ciento el mes pasado. Por el contrario, crecía la inflación (el IPC interanual se situaba en el 2,9 por ciento) y caía la confianza de los consumidores.

La mejora de la confianza empresarial alemana -índice ZEW- se convirtió en otro conductor de la subida semanal, que contó con algún contrapeso, como el déficit comercial chino, que indica una desaceleración de la actividad del gigante asiático.

Contra la inflación estadounidense y el elevado precio del crudo registrado esta semana -el Brent ascendió a 126 dólares por barril y el litro de gasolina registró máximos en 1,45 euros-, se unieron los Estados Unidos y el Reino Unido, que dijeron estar dispuestos a utilizar sus reservas para influir en el precio del petróleo.

Respecto a la marcha semanal de las empresas del IBEX (integrado provisionalmente por treinta y seis compañías), subieron treinta y bajaron seis.

Gamesa encabezó la lista de ganancias con una subida del 11,38 por ciento después de que su cotización bajara recientemente hasta mínimos históricos y de que se conocieran informaciones de que la francesa Alstom estaba interesada en la sociedad, aunque luego fueron desmentidas.

IAG, después de que se desconvocara la huelga de Iberia, subió el 9,27 por ciento, en tanto que Banco Sabadell, animado por la ampliación de capital que concluyó esta semana, subió el 8,49 por ciento.

Repsol, por la retirada de concesiones en Argentina, comandó las bajadas con un descenso del 3,58 por ciento, mientras que Enagás cayó el 3,01 por ciento, y Bankia, el 1,89 por ciento.

El resto de los grandes valores subió: Iberdrola, el 3,99 por ciento, con la ayuda de la próxima subida de la luz; Banco Santander, el 3,51 por ciento; BBVA, el 3,24 por ciento, y Telefónica, el 2,19 por ciento.

La próxima semana, en la que el IBEX partirá de 8.486,30 puntos, los inversores estarán pendientes de datos inmobiliarios de los Estados Unidos y de estadísticas adelantadas de actividad en Europa, así como de los últimos resultados empresariales y del mercado de deuda (Alemania, Grecia, Bélgica).