El espectáculo vivido en la mañana de ayer en el pleno del Ayuntamiento de El Rosario no ayudará, precisamente, a reconciliar a gran parte de la ciudadanía con la clase política. Fueron más de dos horas de un pleno tenso, con continuas interpelaciones a la secretaria para que dilucidara qué habían acordado los grupos en la comisión informativa del día anterior y en el que el diálogo de sordos fue la tónica general. Visto lo visto acabó como era de esperar.

Los ocho concejales de los tres grupos de la oposición (IR-Verdes, PP y Sí se Puede) abandonaron el salón cuando el alcalde, Macario Benítez (PSC), iba a dar lectura al primer punto de la segunda sesión extraordinaria de la mañana.

En la primera, planteada por la oposición para, en principio, debatir propuestas para fomentar una mayor participación ciudadana y transparencia, no existió un solo punto en el que el consenso pudiera atisbarse como algo posible.

El grupo de gobierno basó su postura contraria a todos los puntos del orden del día en que durante la comisión informativa del día anterior ya se había acordado la constitución de otra comisión de trabajo para elaborar el reglamento de participación ciudadana en el que deberían debatirse todas las cuestiones que la oposición llevó al pleno. Entre otras, controlar los índices de transparencia del consistorio, dotar de espacio físico a los grupos de la oposición, permitirles utilizar la radio municipal (que actualmente solo emite música debido a la finalización del contrato de sus dos trabajadores), la mejora de la web municipal o que los plenos se celebren por la tarde para facilitar la presencia de público y de los propios concejales que tienen que compatibilizar su cargo con empleos en la empresa privada.

En cuanto a la necesidad de mejorar la disponibilidad de información por parte de los concejales, el portavoz de Sí se Puede, Fidel Vázquez, expuso su caso particular, que, incluso, ha llegado a la Fiscalía. Vázquez relató que al solicitar información sobre el gasto en gasoil por parte del ayuntamiento para los generadores de luz de Tabaiba Alta, se le contestó, a través de un informe, que dicha información "no es precisa para el ejercicio de su función" como concejal.

En cada punto se repetía la historia: la oposición recalcaba la necesidad de llegar a acuerdos para mejorar la salud democrática del consistorio; la portavoz del PSC, Ana Lupe Mora, replicaba que debían debatirse en el seno de la comisión recién creada y la votación deparaba un nueve en contra y ocho a favor, afín a las dos posturas encontradas.

Tras el infructuoso primer pleno, la oposición abandonó el salón cuando iba a comenzar la otra sesión extraordinaria convocada "para desvirtuar y quitar protagonismo al pleno convocado", según los ediles de la oposición. Sin embargo, la primera teniente de alcalde, Ana Lupe Mora, expuso que estaban obligados a convocar el segundo pleno al tener que dar cuenta de la liquidación del presupuesto municipal de 2011 junto a un informe de estabilidad presupuestaria. Mora lamentó la actitud de los ediles de la oposición al negarse a participar en dicho pleno en el que el PSC aprobó en solitario una moción en contra de la reforma laboral.