El euro cerró hoy en Tokio en 109,4 yenes, gracias a la mejora de las perspectivas sobre la crisis de deuda europea, tras haber superado por la mañana los 110, su máximo con respecto a la divisa japonesa en cuatro meses y medio.

La moneda europea alcanzó los 110 yenes por última vez el 31 de octubre, cuando el Gobierno nipón realizó en el mercado de divisas sus últimas intervenciones de venta de yenes y compra de dólares para abaratar su moneda.

Por su parte, el dólar, que el pasado jueves tocó los 84,19 yenes (su máximo en once meses), se depreció ligeramente con respecto a sus niveles del pasado viernes en la capital nipona y cerró en 83,1 yenes.

El abaratamiento del yen, que ha experimentado una tendencia alcista en 2011, con respecto al euro levantó los ánimos en la Bolsa de Tokio durante la primera mitad de la negociación, cuando el euro se llegó a intercambiar en 110,13 yenes.

Esto ayudó a que el selectivo Nikkei tocase temporalmente los 10.172,64 puntos, su máximo durante una negociación desde el pasado 8 de julio, cuando llegó a las 10.207,91 unidades.

Convertido en divisa refugio, el yen se encareció en 2011 a niveles récord con respecto al dólar y al euro, debilitados por la crisis global.

Por ello, el año pasado el Ejecutivo nipón intervino dos veces de forma unilateral en el mercado, en agosto y en octubre, para abaratar la moneda local, aunque los efectos de esas operaciones se disiparon a los pocos días.

Un yen fuerte perjudica a los exportaciones niponas, que suponen el 40 por ciento del producto interior bruto (PIB), ya que perjudica su competitividad en las empresas y recorta sus beneficios a la hora de repatriarlos.