El inglés Jenson Button (McLaren) se convirtió en el primer líder del Mundial 2012 de Fórmula Uno al ganar el Gran Premio de Australia, disputado ayer en Melbourne, en el que el español Fernando Alonso (Ferrari) firmó una gran remontada al acabar quinto, después de haber salido duodécimo.

Button lidera el mundial de los campeones -por primera vez hay seis juntos en pista- tras ganar la primera de las veinte carreras del campeonato, en la que cubrió las 58 vueltas al circuito de Albert Park, de 5.303 metros, en un tiempo ganador de una hora, 34 minutos, nueve segundos y 565 milésimas, rodando a un media de 195,991 kilómetros a la hora.

El inglés, campeón del mundo en 2009, logró ayer la decimotercera victoria de su carrera al imponerse por delante del alemán Sebastian Vettel (Red Bull) -que el año pasado revalidó título y se convirtió en el bicampeón más joven de la historia- y de su compañero en McLaren y compatriota Lewis Hamilton, que salió desde la "pole" y finalizó tercero.

Button, que compartía primera línea con el campeón de 2008, superó a su compañero en la salida y desde allí pilotó hasta meta cediendo el liderato tan solo, de forma fugaz, durante sus dos entradas a boxes.

La "magia" del "Tato".- Alonso, que había arrancado desde una inusual duodécima plaza, protagonizó una sensacional salida, en la que adelantó cuatro coches en los primeros metros y a otros dos en el segundo giro, colocándose sexto tras la segunda vuelta de una carrera en la que no salieron los HRT de su compatriota Pedro de la Rosa y del indio Narain Karthikeyan, descalificados por superar el sábado el 107 por ciento del mejor tiempo en la primera sesión de la cronometrada principal.

El doble campeón mundial asturiano (2005 y 2006) -que empezó con neumáticos blandos, cambió a medios y repitió compuesto en su segunda parada- salió victorioso de todas sus batallas, al rebasar al alemán Nico Rosberg (Mercedes) y contener al piloto australiano Mark Webber (Red Bull) en el primer "pit stop".

El asturiano, que llegó a rodar cuarto, después de que se hubiese retirado -al romper caja de cambios- el séptuple campeón alemán Michael Schumacher (Mercedes), resistió la embestida final del Williams del venezolano Pastor Maldonado, que, a punto de firmar el mejor resultado de toda su carrera -hubiese sido sexto-, se estrelló en la última vuelta y salió de Albert Park sano, pero sin puntos cuando había realizado una carrera seria y sin complicaciones.

Alonso volvió a ver "el vaso medio lleno", tras un sábado negro en el que Ferrari no causó buena impresión. Optimizó recursos con un coche al que aún le queda mucho por mejorar y acabó detrás de los McLaren y los Red Bull, que parecen haber encontrado en las "flechas de plata" un firme opositor, en la presente temporada, a su avasallador dominio de 2011.

Button lideraba con claridad en el ecuador de la carrera -vuelta 29-, momento en el que le sacaba nueve segundos y medio a Hamilton, doce a Vettel, veinte a Alonso y 25 a Rosberg y Webber, que rodaban justo delante de un Maldonado que brilló antes de cometer su irreparable error. En una carrera en la que el mexicano Sergio Pérez (Sauber) fue el protagonista de la mayor remontada.

"Checo", que salió último y llegó a estar segundo coincidiendo con otras entradas en boxes, estuvo a punto de superar su mejor resultado en F1 -séptimo-, pero se conformó con el octavo puesto en una carrera en la que el ruso Vitaly Petrov estrelló su Lotus en la recta de meta, lo que provocó la entrada en pista del coche de seguridad, cuando se corría la vuelta 37.

Bueno para los Red Bulls.- El "safety car" benefició indirectamente a los dos Red Bull: Vettel superó de carambola a Hamilton, arrebatándole el segundo puesto; y Webber rebasó a Alonso, que se conformó con mantener a raya a Maldonado y entrar quinto en meta, por delante del japonés Kamui Kobayashi (Sauber) y del finlandés Kimi Raikkonen (Lotus), campeón en 2007 y que, tras dos años en el Mundial de rallys regresa éste al de F1. Protagonizó la anécdota divertida del día, al tener que explicarle su ingeniero de pista que las banderas azules que tanto le preocupaban, no eran para él, sino, obviamente, para los pilotos que iban doblados.

Kimi tendrá tiempo un par de días para repasar el reglamento, antes de que se reanude el campeonato, el próximo fin de semana, en Malasia: el domingo se disputará la segunda carrera en el circuito de Sepang, en las afueras de Kuala Lumpur.

Para esa cita no se esperan grandes cambios, aunque Ferrari confía en mejorar un poco su velocidad punta, circunstancia que se no ta bastante en las rectas.