El primer puesto es posible. El Tenerife consiguió una importante victoria en el campo del Rayo Vallecano B que, unida al tropiezo del Real Madrid Castilla en San Sebastián de los Reyes, reduce la distancia con el liderato a cuatro puntos y vuelve a alimentar las esperanzas blanquiazules de meterse en el "play off" por la vía de los campeones. No fue un partido brillante pero, como había anunciado Andrés García Tébar, fueron los blanquiazules un conjunto vertical y con oficio. A falta de capacidad para controlar los partidos a través de la posesión, la receta es trabajo y gol.

Y es que no tener la capacidad para marcar los tiempos y llevar la contienda a tu terreno porque tu centro del campo tiene otras virtudes pero no la de guardar la pelota convierte los enfrentamientos ante rivales que salen a jugar al fútbol en un ida y vuelta constante. Por eso, a los tres minutos de encuentro ya ambos habían rematado. Lo hizo Robert a la salida de un córner, pero su cabezazo se perdió fuera (2'') sin que llegara a inquietar a Aragoneses. Y Zazo, que remató alto tras un saque de banda (3'').

Era únicamente el avance de una primera parte entretenida en la que el peligro blanquiazul llegó, sobre todo, a balón parado. De esa forma, tuvo que emplearse a fondo Ismael para evitar el gol en un testarazo de Pablo Sicilia después de un saque de esquina botado por Chechu (9''). Y así se adelantó el conjunto de García Tébar. Fue en una acción que puede etiquetarse como la tonta de la jornada. Chechu sacó una falta lateral, Tarantino molestó a Ismael y Zazo remató blandito a la red. Todo el mundo se quedó parado, pero Gil Coscolla no vio motivo para anular el tanto (17''). Acusó el golpe el cuadro rayista, que sesteó durante algunos minutos. Su portero, que estuvo a punto de tragarse un centro-chut de Marcos Rodríguez (20''), el que más.

A medida que se fue recomponiendo el filial rayista, recuperó primero el balón y llegó con peligro más tarde. Fue en la banda derecha de la zaga insular donde encontró una auténtica autopista. Por ella, y a toda velocidad, entró Alberto Perea para servir en bandeja el empate a Nono, que, en inmejorable posición, remató alto (34''). Bien dotado para el juego combinativo, el Rayo B intentó mantener un ritmo alto. El asunto tenía sus cosas buenas (las dificultades visitantes para defender) y sus cosas malas. Entre estas últimas, los contragolpes. En uno de ellos, Chechu habilitó a Aridane con un pase interior para dejarle solo delante de Ismael, que salvó el 0-2. En el rechace, Kike López no atinó a rematar (38'') y el conjunto insular se quedó con las ganas de marcharse al descanso con mayor tranquilidad.

Sin un fútbol brillante, el balance era favorable a los de García Tébar en número de ocasiones... y en el marcador. Quiso reaccionar tras el descanso el cuadro local a base de intensidad y logró provocar las primeras oportunidades. Primero fue Alberto Perea el que envió alto una vaselina (50'') y luego en una buena combinación por la izquierda que culminó mal Leo (57''). La respuesta tinerfeña llegó, de nuevo, a balón parado. Chechu puso un córner lanzado desde la derecha en la cabeza de Tarantino e Ismael despejó su ajustado remate (59'').

Era la tónica del choque. Sin que el devenir del encuentro se ajustara a lo que pretendía el Tenerife, sí era capaz de mantener en tensión a la endeble zaga local. Otra muestra llegó en un error de Guadaño, que dejó a Chechu solo delante de Ismael. Entre rematar o regatear, el jienense eligió la segunda opción y se equivocó. Le ganó la acción Ismael, que parecía empeñado en enmendar su error en el gol insular (75''). El Rayo B terminó de descubrir sus dominios con los cambios y Ferrán Tacón volvió a perdonar (80'') después de que Aridane peinara de cabeza hacia el segundo palo.

Cuando el remate del catalán se marchó alto resultó imposible evitar esa máxima del fútbol que dice que el que perdona, lo paga. Pudo suceder escasos segundos después cuando Mata se plantó ante Aragoneses. El cansancio evitó que su remate hiciera daño alguno al meta gallego (81''). El cuadro que dirige García Tébar dio un paso atrás y, aunque trató de guardar el balón, apenas lo consiguió. La mejor ocasión rayista iba a llegar en esos minutos. Zazo se quedó protestando un saque de banda que los locales pusieron rápidamente en juego y, tras varios desajustes, Raúl Llorente acabó despejando con Sergio Aragoneses fuera de su portería (86''). El susto fue mayúsculo. Igual que el pelotazo que se llevó el medio madrileño del Tenerife, que tuvo que ser reemplazado por David Medina.

Todavía hubo tiempo para que Rayco resultara expulsado por doble amonestación (92'') y para que Raúl Llorente diera tranquilidad a su equipo con el segundo tanto. El lateral aprovechó un pase de Aridane para pegarle fuerte y arriba, haciendo inútil la estirada de Ismael. Todo un ejemplo de su espíritu como futbolista que estuviera pisando el área contraria en el minuto 94,