El expediente disciplinario contra doce componentes de la Asamblea del Movimiento Estudiantil Canario (AMEC) por "falta de honradez" y "ofensas graves" a la Facultad de Psicología de la Universidad de La Laguna (ULL) sigue su curso y, pese a ello, alguien que no se encuentra entre los encausados se ha responsabilizado de la autoría del comunicado que dio origen al proceso.

La representación legal de los alumnos ya advirtió hace unas semanas de que había conocido la identidad del autor del texto -en el que se acusaba a la Facultad de Psicología de negligencia en la tramitación de unas becas- y el propio rector, Eduardo Doménech, en un encuentro con los medios de comunicación, adelantó que "podría haber alguna deriva" en el caso. Pues bien, el redactor del comunicado ya ha declarado ante el instructor del proceso.

"Hay un autor del comunicado y su nombre está en conocimiento del rector", aseveró ayer Luis Miguel Pereira, representante de AMEC en el Consejo de Gobierno de la ULL. No obstante, dos de los doce encausados lo siguen estando por la autoría del documento -enviado en febrero de 2011- a los medios de comunicación, mientras que sobre todos ellos continúa pesando la acusación de "falta de probidad" (honradez) por no haber renegado de su contenido. Para los afectados, lo ocurrido puede definirse como "una persecución".

En su primera comparecencia pública desde la apertura de los expedientes disciplinarios -inicialmente 23, once de los cuales han sido cerrados-, los miembros de la formación dijeron no apreciar motivos para retractarse del comunicado, aunque sí lamentaron que "haya podido herir algunas sensibilidades".

La retractación podría llegar, apuntaron, si la ULL demuestra que las becas fueron tramitadas correctamente por la Facultad de Psicología, algo que, a su juicio, no ha hecho aún, pese a lo que afirma la institución académica. Es más, AMEC niega que se les haya pedido formalmente una retractación. "En ningún momento se nos ha trasladado esa solicitud".

"Jamás ha sido la voluntad de esta organización atacar a personas o instituciones, sino colaborar para resolver los problemas", dijo el portavoz de AMEC antes de expresar su "profundo respeto" por los trabajadores de la ULL.

Sobre las repercusiones que está teniendo la situación, los expedientados -que podrían terminar expulsados de la Universidad- admitieron que "ha afectado mucho" a su vida académica.