LA RECIENTE presentación de la delegación canaria de la Cámara de Comercio Hispano-Israelí en la sede de la presidencia de la Comunidad Autónoma en Santa Cruz de Tenerife constituye un primer paso serio para avanzar en el progreso de las relaciones económicas entre las Islas e Israel, tras numerosos intentos y gestos auspiciados desde hace veinticinco años, cuando tuvo lugar la primera visita de una expedición isleña encabezada por el entonces titular del Gobierno de Canarias, Jerónimo Saavedra, a Israel, si mal no recuerdo, a comienzos de 1987, justo unos meses después de mi primer viaje a Tierra Santa, y aún conservo el amplio informe de prensa sobre economía y política de Israel y las expectativas de cooperación, que me facilitaron entonces a título informativo por un compañero del periódico Jornada. Una visita que entroncaba con el establecimiento de relaciones diplomáticas plenas entre España e Israel y que supuso, en gran medida, zanjar casi cinco siglos de desencuentro. No obstante, ya en la década de los años ochenta del pasado siglo, sobresalió el recordado Fernando Jiménez en su etapa de director de una entidad financiera y como miembro y luego presidente de Asaga, quien organizó un viaje a Israel para que los agricultores isleños conocieran de primera mano los adelantos tecnológicos agrícolas, sobre todo en materia de aprovechamiento y optimización de los recursos hídricos.

Una parte de la década de los noventa estuvo protagonizada, en materia turística, por los vuelos chárter de la compañía aérea israelí Arkía, que unía cada viernes Tenerife y Tel-Aviv, particularmente en verano, por iniciativa de la delegada de los operadores turísticos israelíes en Tenerife Mimi Emergui Aragón. Luego sería la compañía española Futura, con sus chárter en verano e invierno con escalas en Palma de Mallorca y Málaga, respectivamente, la que mantuvo ese nexo, pero que luego se truncó por razones económicas. Ambas dejaron de operar tales vuelos por la baja rentabilidad o la imposibilidad de afrontar sus costes. Ahora, las visitas son en grupos aislados en fechas señaladas, como los Carnavales, por citar un ejemplo, y se está a la espera de que se reactive ese puente entre Tenerife y Tel Aviv, aunque hay que reseñar los intentos fracasados por restablecer los vuelos chárter por los costos y falta de financiación, incluso a los anuncios que se habían efectuado años atrás. Pese a este escenario, en 2011 visitaron las Islas en torno a 1.500 turistas israelíes.

La delegada de touroperadores israelíes en Tenerife Mimi Emergui Aragón se ha mostrado como una auténtica valedora de la promoción del destino turístico isleño ante el público israelí, un punto de referencia para quienes nos visitan desde Tierra Santa, con una experiencia contrastada y constatada de años de actividad profesional en el sector. Ha sido, y sigue siendo, receptora del interés que despierta el destino turístico canario en Israel.

Confío en que la ceremonia de presentación de la Cámara de Comercio Hispano-Israelí en Canarias, que contó con la asistencia de los presidentes de la Comunidad Autónoma y Cabildo de Tenerife, Paulino Rivero y Ricardo Melchior, respectivamente, y del embajador de Israel en España, Alon Bar, no se quede en un gesto meramente institucional y protocolario, o en un brindis al sol, sino que realmente implique al tejido empresarial comprometido, inicialmente, con este proyecto.

La balanza comercial entre España e Israel creció un 8,1% en 2011, hasta los 1.636 millones de euros, según datos de la representación bilateral con sede en Tel Aviv. De esta manera, España rompe la racha negativa con respecto a Israel. Este país exportó a España bienes y productos por valor de 743 millones de euros, un 45 por ciento menos con respecto al pasado año, y adquirió mercancías por un importe de 892 millones de euros, un 21,3% más.