El ex director gerente del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn, ha anulado su visita al Parlamento Europeo por "problemas de agenda", tras las quejas de varios eurodiputados contra su presencia, revela hoy el diario belga "La Libre Belgique".

Estaba previsto que Strauss-Kahn asistiese a una conferencia sobre la crisis de la deuda soberana el 27 de marzo, a la que también tienen previsto acudir el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, y el expresidente del Banco Central Europeo Jean-Claude Trichet.

Los parlamentarios belgas remitieron una carta al presidente de la Eurocámara, Martin Schulz, para protestar contra la invitación a Strauss-Kahn al evento.

La socialista Véronique de Keyser y la diputada del partido ecologista Ecolo Isabelle Durant rechazaron la presencia de Strauss-Kahn "en nombre de la lucha por la dignidad de las mujeres".

"Respetamos la presunción de inocencia, respetamos el derecho a la libertad de expresión y rechazamos cualquier injerencia moral en la intimidad de la vida privada", señala la carta, y explica que tras los pronunciamientos públicos de Strauss-Kahn en los causas aún abiertas contra él hoy en día la invitación resulta "estrictamente indecente".

El eurodiputado belga conservador del ECR Derk Jan, quien también firma la misiva, asegura además que la presencia de Strauss-Kahn "podría dañar la reputación de la institución", además de ser "inapropiada y prematura".

"El PE no debería ser una plataforma para la rehabilitación de la figura pública de alguien que está bajo investigación criminal", recalca Eppink.

Strauss-Kahn es investigado actualmente por su presunta implicación en una red de proxenetismo en Francia, tras haber participado en varias correrías sexuales organizadas por amigos suyos y por dos empresarios del norte de Francia.

El exdirector del FMI ha reconocido que participó en esas fiestas, pero asegura que ignoraba que las mujeres que asistieron eran prostitutas.

La última de esas fiestas se produjo justo la víspera de su sonado arresto en Nueva York tras la denuncia de violación presentada por una empleada del hotel Sofitel el 14 de mayo de 2011.

Aquella denuncia, que le hizo pasar por una prisión estadounidense y le mantuvo retenido en aquel país durante meses, motivó su salida de la institución financiera internacional.