Una investigación liderada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha analizado el proceso digestivo en una especie de pez teleósteo, el sargo común (Diplodus sargus sargus). El objetivo del estudio es dilucidar los factores que regulan este proceso para mejorar los protocolos de alimentación.

Los resultados, publicados en ''PLoS ONE'', proceden del análisis de la digestión de ejemplares alevines de esta especie en condiciones controladas. La primera conclusión relevante es que el su pH estomacal, a diferencia del humano, no es estable. "La acidez del medio se dispara con el inicio de la ingestión", ha explicado el investigador en el Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía del CSIC Manuel Yúfera, que ha liderado el trabajo.

Yúfera ha indicado también que el aumento de la acidez estomacal promueve la activación de la enzima pepsina, responsable de la rotura de las proteínas presentes en los alimentos.

Para llevar a cabo este trabajo, se les administró a los peces una comida diaria al inicio de cada jornada y se reguló su ciclo de luz con 12 horas diurnas y 12 horas nocturnas. Doce horas después de la ingesta, los sargos inician el tránsito del contenido estomacal al intestino. En este momento también comienza el descenso de la acidez del medio y l actividad enzimática. Yúfera ha confirmado que "estos valores recuperan su nivel basal justo antes de la siguiente comida".

Otra de las conclusiones más significativas se encuentra en la síntesis del ARN mensajero encargado de producir la pepsina. El estudio demuestra que este proceso sólo de activa durante el periodo nocturno. El investigador del CSIC indica que "en esta fase, los sargos normalmente no se alimentan".

Según Yúfera, "estos hallazgos suponen el punto de partida para comprender cómo la frecuencia de la alimentación puede afectar a la eficiencia de la digestión y, en definitiva, a mejorar los protocolos de cebado para obtener un máximo rendimiento de engorde".