El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife ha rechazado cualquier responsabilidad por la caída de una niña en la plaza de Tíncer en 2011. Ésta se golpeó contra un banco, que estaba roto, y tuvieron que darle siete puntos en la barbilla.

El informe del Servicio Técnico de Infraestructuras, Obras y Servicios Públicos dice que "por lo descrito en la documentación recibida se deduce que el accidente se produce por una caída ocasionada por un tropiezo previo". Partiendo de esta premisa, considera que "el golpe contra el banco es meramente fortuito y podría haberlo hecho con cualquier otro elemento cercano o contra el suelo". "Claramente el desencadenante es el tropiezo previo que bien pudiera haberse debido a la inestabilidad propia de la corta edad de la niña", apostilla el informe.

"No puede acreditarse que el daño se haya agravado porque el golpe haya sido contra el banco, de tal manera que si lo hubiera hecho con cualquier otro elemento los daños no fueran los mismos", afirman. Y abundan que "el daño se hubiera ocasionado cualquiera que hubiera sido el elemento contra el que golpeara y es que la relación entre el banco y el daño lo es solo a los efectos de que es el elemento contra el que se golpea".

Además, en el primer punto del informe se especifica que el banco es "un banco modelo Romántico, con listones metálicos y patas de fundición, anclado al pavimento. Se encuentra situado en una plaza de uso público, fuera de las líneas de paso, no interrumpe la circulación de peatones y es perfectamente visible". Por todo esto consideran que el accidente es "meramente fortuito" y "no es achacable a una mala instalación del elemento en cuestión".

Jessica Brito, la madre de la niña de tres años, ha tenido que esperar un año por la resolución de este expediente de Responsabilidad Patrimonial. Ahora, su madre anunció a EL DÍA que emprenderá acciones judiciales contra ellos.

Brito sostiene que el alcance de las heridas de su hija hubiera sido menor si el banco no hubiera estado oxidado y en mal estado.