El turismo de cruceros está de moda en Santa Cruz y ha alimentado la esperanza del subsector y sus derivados en la ciudad, pero su creciente relevancia contrasta con el evidente descenso del denominado turismo excursionista en los últimos años. Un estudio de la Sociedad de Desarrollo esgrimido en la primera reunión de la Comisión de Evaluación de la Crisis refleja un descenso de ese tipo de turismo del 6,4% entre 2003 y 2010, tendencia negativa que los técnicos municipales califican de "muy preocupante".

Estos técnicos resaltan que el turismo excursionista era el "único relevante en el municipio hasta 2010". Por eso, consideran que el "descenso continuado requiere de actuaciones específicas más urgentes en lo que se refiere a promoción y captación". En este sentido, el propio documento recuerda que la Sociedad de Desarrollo ha organizado una mesa sectorial del turismo para orientar las actuaciones a emprender "en función de los datos y retos comentados".

Ese descenso del 6,4% de turistas que, hospedándose en otros sitios de la Isla, visitan Santa Cruz queda reflejado en el 37% que se registró en 2003 y el 30,6 de 2010. Además, su efecto económico no solo tiene que ver con el número de visitantes que recibe la ciudad, sino con lo que gastaban antes y ahora. Así, y siempre según estos datos, se ha pasado en esa etapa de los 53,34 euros que gastaban de media a los 46,26 de 2010.

Otras cifras comparativas relevantes son las relativas al total de turistas que visitaron la ciudad en 2004 (cuantificados en 1,557 millones) y los 1,285 millones de 2010. Los técnicos recuerdan que este tipo de turista es el que, generalmente, más estabilidad registra durante el año y el más importante para numerosas empresas localizadas en la ciudad, sobre todo comerciales, por el nivel de negocio que representan. Según explican, el descenso no se debe a que haya bajado el número de turistas que llega a Tenerife, sino que cada vez son menos los que deciden visitar la capital.

Por eso, creen que se ha de potenciar la promoción, enriquecer la experiencia de cada visitante, fidelizarles y lograr que aumenten no solo en número, sino en gasto.

Índices de satisfacción

Pese a la mala evolución, los técnicos sí consideran muy positivo los índices de satisfacción generales de los visitantes. Tras los problemas que supusieron en 2006 las obras de la línea 1 del tranvía, esta estadística presenta una tendencia alcista hasta 2010, lo que, según los técnicos y debido al menor impacto de las actuaciones desde entonces, invita a "reflexionar sobre el impacto negativo de las obras sobre este segmento turístico y sobre cómo aminorarlo, aparte de seguir mejorando en la valoración de los principales factores de relevancia turística de la visita".

Sobre los turistas que se quedan en hoteles, se constata que, en su inmensa mayoría, responden al perfil de persona de negocios "muy vinculada a la coyuntura económica". Para los técnicos, el reto local pasa por "complementar el turismo de negocios alojado con el convencional o vacacional y de ocio los fines de semana y periodos vacacionales mediante actividades culturales atractivas, ofertas alojativas y otras".

Respecto a los cruceristas, se recomienda que, por su aumento creciente, se desarrollen "acciones específicas de peso en lo que se refiere a dinamización, explotación, fidelización y prescripción". De hecho, y pese a que se constata una leve pendiente descendente general en el denominado turismo agregado, al que pertenecen los cruceristas, el aumento de este tipo de turista hará que ese segmento pase en breve a cifras positivas en su globalidad.