Lo reiteramos: Santa Cruz está sin alcalde y Tenerife sin presidente del Cabildo. Es decir, la ciudad y la isla más importantes del Archipiélago están al garete. El culpable es Paulino Rivero porque está dedicado íntegramente a Las Palmas. Toda su actividad la desarrolla en Las Palmas. Hasta la que pudo haber tenido aquí en Tenerife, la manifestación, la delegó en la segunda presidenta. Una segunda presidencia, o primera de facto, que no desempeña José Miguel Pérez sino Ángela Mena, que funciona en plan matrimonio rumano con Paulino Rivero. Los vecinos de Santa Cruz claman por el abandono de esta ciudad. Qué triste la situación actual de estas Islas, antaño afortunadas. Una vez más decimos que nos dan ganas de llorar ante lo que está sucediendo. ¿Estaríamos así en el caso de ser independientes y, sobre todo, de no estar gobernados por un necio político? Por supuesto que no. Sin el yugo colonial que nos oprime, sin la pésima gestión del matrimonio rumano y con capacidad para administrar sensatamente nuestros recursos, incluidos los hidrocarburos, podríamos ser uno de los países más ricos del mundo. No obstante, nos ha caído encima la losa del falso nacionalismo de Rivero, que ha vendido a Las Palmas los intereses de Tenerife con tal de seguir él en el poder.

Mientras Santa Cruz y Tenerife se hunden por culpa de unos gobernantes políticamente ineptos, Las Palmas progresa a la chita callando. Todo lo que antes era orgullo de Santa Cruz lo está desarrollando Las Palmas porque Paulino Rivero se lo ha entregado a los canariones a cambio de su apoyo para seguir en el Gobierno; para seguir jodiendo a los canarios, dicho sea con el perdón de nuestros lectores. Ricardo Melchior es un presidente, además de españolista -pese a militar en un partido nacionalista; qué disparate- que no sirve, mientras que Bermúdez está supeditado a Julio Pérez; un político de valía pero también un socialista que sigue a rajatabla la disciplina de su partido. Por lo tanto, Julio Pérez sigue las directrices que le dictan desde Las Palmas, que es donde está la jefatura regional del PSOE. Bermúdez no vale ni tiene ideas para ser alcalde. Cuánta falta nos hace un García Sanabria.

Todos los políticos del PSOE han sido nefastos para Tenerife. El primero de ellos Santiago Pérez, que luchó para que Santa Cruz no tuviera una playa mejor que Las Canteras de los canariones, y lo consiguió con sus denuncias a tinerfeños decentes y luchadores por su isla, entre ellos José Rodríguez.

Hacerle el juego a Las Palmas ha sido el comportamiento habitual de los políticos de Tenerife. Es lo que está haciendo en estos momentos Paulino Rivero. Por eso decimos que Santa Cruz tiene que echarse a la calle a vociferar. No a agredir, sino a vociferar contra los culpables de la decadencia de esta ciudad. El clamor, como decimos, crece en todos los estamentos de la sociedad santacrucera. Se oye en las asociaciones de vecinos, entre los trabajadores, entre los empresarios que ven desesperados cómo pierden sus negocios y tienen que despedir a trabajadores. Todo el que se sienta chicharrero tiene que salir a la calle para defender los intereses de Santa Cruz y de toda la Isla, Tenerife, que para algo es la más importante del Archipiélago en población, extensión y bellezas naturales. Al mismo tiempo hay que exigir la dimisión de Paulino Rivero y José Manuel Bermúdez. ¿Por qué sigue tan acobardado un pueblo que siempre fue valiente? ¿A cuenta de qué ese temor a Las Palmas? ¿Cómo es posible que la isla más inhóspita, más llena de secarrales, más fea, más desértica, más sahárica y más carente de luz natural sea la isla que todo lo está consiguiendo?

Insistimos en que en estos tiempos difíciles hay que ser valientes y salir a la calle porque a la crisis económica se une la debacle política y la ruina moral. Quienes nos gobiernan desde la Metrópoli y desde Las Palmas, además de no saber arbitrar medidas para salir de esta profunda recesión que nos lleva cada día a las colas del hambre, se han dedicado a traicionar la confianza de quienes les dieron sus votos. ¿Hasta cuándo vas a seguir acobardado, tinerfeño y canario? Anda, pierde el miedo, que te están matando de hambre a ti, a tus hijos, a tu familia y te mueres y se mueren en las listas de espera. Y la incultura y el desempleo arrastran a nuestros muchachos, desesperados, a la diáspora, a la inmigración, a sufrir por su tierra poseída por déspotas y tiranos. ¡Vivan los benefactores Paulino Rivero y su esposa Ángela Mena, que lo están haciendo bomba y se lo están pasando chachi!