EN PAÍSES con recursos naturales, es más fácil mantener la autoridad y el poder comprando favores y repartiendo la tarta a corto plazo que a través de políticas económicas orientadas al crecimiento y un marco jurídico bien regulado. El resultado es que se descuida la infraestructura institucional y la diversificación de la economía. En lugar de usar los ingresos provenientes de los recursos naturales para impulsar el desarrollo y el crecimiento económico, gobernantes, políticos y funcionarios corruptos pueden apropiárselos o desviarlos.

Los recursos naturales traen aparejadas una serie de consecuencias económicas y políticas que han sido ampliamente estudiadas en la literatura económica. Regiones y países con abundancia de materias primas tienden a tener menos crecimiento económico y peores resultados de desarrollo que países con menos recursos naturales. Se le denomina "maldición de los recursos naturales" o "paradoja de la abundancia".

El modelo noruego trata de evitar esos efectos negativos, al tiempo que busca un crecimiento equilibrado de la economía, la creación de empleo y el empoderamiento de los ciudadanos. Mucho se ha mencionado el modelo noruego últimamente pero nadie se ha molestado en resaltar que el modelo noruego se basa en un principio fundamental: que los recursos naturales agotables no son solo propiedad de las generaciones actuales sino también de las generaciones futuras.

Para ello lo primero que se ha de impedir es que el político meta la mano en la caja, algo que me parece que ninguno de nuestros políticos ha mostrado el más mínimo interés en explicarte. Para implementar el modelo noruego lo primero que tienes que combatir es la corrupción e incorporar medidas de buen gobierno. En realidad, lo que determina si los recursos son una bendición o una maldición es el modelo de explotación y el cómo se gestiona la riqueza para poder transmitirla a las generaciones futuras.

Si bien es cierto que el modelo propuesto por Repsol es el expolio de nuestros recursos, la oposición de Coalición a las prospecciones no tiene nada que ver con el ecologismo, sino con la resistencia al cambio. Un cambio de modelo desplazaría a los "apparatchiks" del partido, introduciría medidas anticorrupción y reduciría su poder enormemente.

El que Repsol cree una subsidiaria para pagar sus impuestos en Canarias o que se forme una empresa canaria extractora es insuficiente. Es fundamental que se cree lo que se denominan fondos soberanos para evitar que los políticos metan la mano en la caja y se perpetúe el ciclo de corrupción. Cualquier otra forma es repetir los errores de tantos países del Tercer Mundo y de tantas colonias. Lo peor no son las prospecciones, sino el modelo que se está proponiendo

Tenemos solo tres opciones. La primera opción es dejar que Repsol expolie nuestro petróleo para beneficio solo de los caciques y políticos corruptos metiéndonos de lleno en la maldición del petróleo y repitiendo los errores del turismo. La segunda opción es seguir siendo un país rico lleno de pobres; y la tercera es implementar el modelo noruego.

Aceptar cualquier cosa distinta al modelo noruego sería un suicidio. Si el Gobierno canario accede a las peticiones de Repsol no solo nos estará robando a nosotros sino también a las generaciones futuras.