CUANDO en Tenerife miles de protestones malinformado invadían las calles de Santa Cruz para mostrar su rechazo a las prospecciones petrolíferas que debe efectuar la empresa Repsol en fondos marinos situados a diez kilómetros de las costas de Fuerteventura, en Andalucía, las elecciones autonómicas, si bien dieron el triunfo al Partido Popular, como señalaban todas las encuestas, pero no por mayoría absoluta, por lo que la situación puede derivar en un gobierno socialista amañado por esos pactos extraños que son como la modalidad del "gana-pierde", porque han tenido ocasión de ganar a un partido prácticamente moribundo, tal cual lo dejó Rodríguez Zapatero.

Pero estas son cosas de la política ramplona que, en Canarias, también han tenido unas negativas consecuencias que ahora estamos padeciendo, y ahí tienen a don Paulino Rivero encabezando todas las protestas porque teme, me figuro, que las olas petroleras grasientas manchen su bañador y el bikini de su esposa cuando se bañen en la costa sauzalera. Porque no podemos pensar que una persona, aunque sea analfabeta en conocimientos corrientitos, tema, en el peor de los casos, que una manchita de nada aleje a los turistas de la orilla del mar porque le mancha las pantuflas. Pero las perreras infantiloides, como la que tiene agarrada don Paulino con el dichoso petróleo, son malas de quitar y, a veces, duran toda la vida.

Menos mal que como esta es una "guerra" entre Rivero y José Manuel Soria, se trata de una lucha entre torrentudos, como dicen en mi pueblo a los testarudos, a mí me parece que Soria podría ser un torrentudo de la región peninsular de su apellido, que más potente que una torrentudez de El Sauzal. Y, entonces, saldríamos ganando los canarios con esa gasolina barata que vamos a sacar de los fondos de Fuerteventura, a menos que el señor Rivero cambie su coche por uno eléctrico, que ya se están anunciando. Y dicen los que lo conocen que, por hacerle la puñeta, con perdón, a Soria, Rivero es capaz de comprar un coche movido por la electricidad, aunque le salga más caro que un Rolls Royce.