Un equipo investigador de la Academia Nacional de Ciencias y la Academia Nacional de Ingeniería de EEUU ha recomendado hoy realizar un estudio que determine si vivir cerca de plantas de energía nuclear u otras instalaciones atómicas implica un riesgo mayor de cáncer.

Los expertos recomiendan primero estudiar la viabilidad de una investigación a gran escala, pero la decisión corresponde a la Comisión Reguladora Nuclear de EEUU, que fue la que patrocinó el informe del Consejo de Investigación de las academias.

Los científicos quieren evaluar los riesgos de cáncer para las poblaciones que residen cerca de los 104 reactores nucleares y las 13 plantas de tratamiento del combustible atómico que tienen licencias en Estados Unidos, al igual que para las personas que han vivido cerca de sitios ahora clausurados.

La Comisión Reguladora pidió el informe porque hasta ahora sigue empleando como recurso principal para la evaluación de los riesgos de cáncer una encuesta hecha en 1990 por el Instituto Nacional del Cáncer, que se considera anticuada.

"Siempre tiene sus dificultades el hallar evidencias científicas de que la gente que vive cerca de las instalaciones nucleares tenga un riesgo de desarrollar cáncer que sea mayor que el de las personas que viven más lejos", ha señalado John Burris, quien presidió el comité.

Ha añadido que "hay dudas de si los científicos pueden obtener la información necesaria para la realización del estudio" y ha explicado que "algunos registros del cáncer en algunos Estados solo han alcanzado recientemente niveles aceptables de calidad".

Asimismo, los datos pueden calcular de manera insuficiente el volumen de material radiactivo de las plantas nucleares, especialmente en los primeros años de sus operaciones, por lo que, ha dicho Burris, "dificulta mucho más la determinación de los riesgos hace décadas, cuando las radiaciones de las instalaciones nucleares eran mucho mayores".

El comité recomendó un estudio que investigue las tasas de ocurrencia de cáncer y muertes por cáncer en áreas geográficas pequeñas en un radio de unos 50 kilómetros de las instalaciones nucleares.

Otro estudio recomendado se apoyaría en los registros y controles de casos para evaluar la asociación de cáncer en menores de 15 años de edad en relación con la proximidad de residencia de sus madres a una instalación nuclear durante el embarazo.

El comité sugirió que el estudio piloto se concentre en seis plantas de energía nuclear y una instalación de manejo de combustible nuclear a fin de obtener una amplia representación de diseños de plantas y sus historiales de operación.