Sin Luismi, Kike López y Zazo -sancionados-, Andrés García Tébar tenía que fijarse en sus suplentes habituales para recomponer su once, lo que, a su vez, le obligaba a recurrir a un modelo casi idéntico al que probó su antecesor, Antonio Calderón, al no disponer más que de dos de los refuerzos del mercado invernal -Pablo Sicilia y Raúl Llorente-, que han sido los que han relegado al anonimato a varios de los habituales en la primera vuelta.

Del once que probó en el partidillo que ordenó disputar en la parte central del entrenamiento de ayer, las suyas eran las dos únicas caras diferentes si se compara con el que inauguró la Liga el pasado 22 de agosto en el Rodríguez López ante el Vecindario (3-0).

García Tébar decidió dar a Abel, el lugar de Zazo en el centro del campo; a Perona las labores de acompañante de Kiko Ratón -suple a Luismi Loro- y a Víctor Bravo el interior zurdo para tapar la vacante que deja Kike López, cuya banda ocupará Tacón.

Si Tébar mantiene esta idea, el Tenerife que el domingo se presente ante el Toledo (Heliodoro, 12 horas) reunirá a sus cuatro máximos goleadores. La suma de los tantos que han marcado Perona (11 goles), Víctor Bravo (5), Kiko Ratón (5) y Ferrán Tacón (3) supone el 58,5 por ciento de los que ha conseguido el Tenerife hasta ahora -han hecho 24 de los 41- y casi el cien por cien de los que en 31 jornadas de Liga ha logrado el Toledo, que es con 26 goles a favor el peor en esta faceta en el Grupo I.

Como hace habitualmente, en la segunda parte del partidillo, el técnico probó algunas alternativas en el teórico once. David Medina ejerció de mediocentro defensivo, adelantó a Marcos Rodríguez, recolocó a Víctor Bravo en la mediapunta, a Perona en la banda izquierda y a Rosquete en la derecha. Abel, Tacón y Kiko fueron los sacrificados.