Las crónicas refieren que fue el inglés John Hill, mercader de azúcar y hereje, quien plantó la primera viña en la isla de El Hierro, aproximadamente a mitad del siglo XVI. Desde el siglo XVII las vides ocuparían una superficie importante, hasta su máxima expansión en el XVIII, siendo floreciente su comercio en el siglo XIX y consolidándose en la pasada centuria como renglón exportador.

El vino se instala en la Isla del Meridiano como forma de vida, pero desde el 12 de octubre de 1990, con la concesión de la Denominación de Origen y, posteriormente, con la constitución en 1996 del Consejo Regulador, brota la cepa de una producción que buscar regularizarse desde la calidad.

Y en este contexto tiene su razón de ser la bodega de la Cooperativa del Campo de Frontera, situada en la Central Vinícola Insular, que aglutina actualmente a un número de algo más de 300 socios y que extiende sus viñas por 170 hectáreas, entre los 50 y los 1.000 metros de altura, en zonas como Echedo, Frontera, El Pinar y Sabinosa.

Gracias al esfuerzo de los viticultores, la bodega comercializa sus vinos bajo la marca Viña Frontera y Gran Salmor.

Los vinos blancos son, quizás, los principales protagonistas de la bodega y de esa excelencia participa la uva que se conoce bajo el nombre de verijadiego, una variedad que los herreños consideran debiera reconocerse como local.

Existen otras variedades destacadas, algunas se consideran hasta nobles, como la listán blanco y la bremajuelo, además de las autorizadas Pedro Ximénez, gual, malvasía, verdello, baboso y moscatel, para la elaboración de vinos blancos, y, para los tintos, la listán negro y la negramoll.

El caso es que las acepciones cambian entre islas, de ahí que se encuentren referencias como la negromuelle, que dicen toma ese nombre de una cepa de viña importada cuyo atado de sarmientos permaneció en el puerto; la uval, que brota en la zona de el monte; la mulata, que en Tenerife se llama negramoll, entre otras.

La conclusión es que el sabor mineral que surge de estos vinos tiene un origen único e inconfundible: el volcán.