DECÍA, y con verdad, el presidente autonómico Paulino Rivero que en Canarias existían sanitarios que cobraban más que él. Ciertamente existen directivos de la sanidad pública a los que se les paga cantidades económicas muy suculentas en nada acordes con la época de crisis en la que nos movemos. Muchos recortes y tijeretazos, nacionales y autonómicos, muchas bajadas de sueldos a los trabajadores, pérdida de derechos laborales, lesiones de conciliaciones familiares, desempleo galopante..., pero solo para algunos.

Los cargos directivos sanitarios, ya sean gerentes, directores y subdirectores médicos y de Enfermería, de Recursos Humanos y otros, todos de libre designación, esto es, a dedo, elegidos y colocados sin convocatorias ni concursos previos, y casi siempre afines al color político gobernante, están siendo sobrepagados de manera vergonzosa y escandalosa. Y lo explico con algunos ejemplos.

Un director o subdirector médico de algún hospital público de la red canaria tiene un sueldo como facultativo especialista que abona el Servicio Canario de Salud con categoría laboral del grupo A. Si se da el caso, como así se produce, por ejemplo, en el Hospital Universitario de Canarias, que el directivo sea profesor de la Facultad de Medicina, obtiene un pago como funcionario docente con plaza vinculada asistencial. Estos cargos directivos realizan diariamente guardias localizadas que se pagan muy bien, a pesar de que son cantidades que guardan celosamente y no se divulgan por ser cargos de dirección que no aparecen en los convenios colectivos ni en los presupuestos, pero que sabemos oscilan entre 600 y 1.400 euros según se trate de días laborales, sábados o domingos, como hace unos días denunció una diputada en La Palma. Y realizan muchas de esas guardias localizadas, ya que son solo cuatro los subdirectores que se las reparten a lo largo del mes. De igual manera los subdirectores de Enfermería.

Pero no acaba ahí la cosa, porque, a fin de año, se les abona en concepto de incentivos y por el hecho de "estar disponibles y localizados físicamente", como relató la directora del Servicio Canario de Salud, unas cantidades que llegan a los 30.000 euros cuando al resto de los trabajadores le han bajado esta percepción económica. Pero ¿no cobran ya la guardia localizada? ¿Por qué vuelven a pagarles unos incentivos por estar localizados? Cobran doblemente por el mismo trabajo. Incluso algunos tienen empresas privadas de asistencia sanitaria que simultanean con el cargo público que ostentan en una presunta incompatibilidad flagrante que ha sido denunciada y está investigándose actualmente.

En definitiva, sumen todos los dobles sueldos, las guardias diarias y de sábados y festivos, más los incentivos anuales, para que entendamos que existen sanitarios que cobran más que el presidente, pero no de Canarias, sino del Estado, o quién sabe si de algún país vecino.

¡Pero es que a estos cargos directivos los eligen los políticos gobernantes! Son ellos mismos quienes los colocan en esos puestos de gestión y los premian con cantidades que abochornan al resto de trabajadores y ciudadanos, que aguantan una presión asfixiante cada vez más insoportable a nivel económico.

Y parece, entonces, que aunque sigan llorando ante Madrid por los recortes y por los pocos presupuestos que envían a Canarias, existen privilegiados que no tienen problemas económicos y a los que no les afectan las rebajas, propiciados por el Gobierno de Canarias. Sí que existe dinero en Canarias, y a las pruebas me remito.

No nos sirven las excusas de lo mal que nos tratan aquí, de la deuda histórica en Sanidad, de que con lo que nos envían tendrán que bajarse las prestaciones y aumentar los impuestos. Porque manteniendo esta ignominiosa forma de pagarles a algunos cargos directivos no podemos creer lo que nos cuentan nuestros gobernantes.

Y dirán que es legal y que lo permiten los convenios actuales y que se contemplan en las partidas presupuestarias vigentes, puestas por ellos mismos. Pero es una inmoralidad, además de antiético y antisocial. ¡Tengan vergüenza!