Las fuerzas del régimen sirio intensificaron ayer los bombardeos sobre áreas de la ciudad de Homs (centro) y causaron la muerte de al menos cinco personas, según denunciaron los grupos opositores, pese a la próxima llegada de una misión de observadores de la ONU.

El barrio más castigado por la renovada ofensiva fue el de Jalidiya, que sufrió el impacto constante de proyectiles y fue sobrevolado por aparatos de reconocimiento, señaló la red de activistas sobre el terreno Comités de Coordinación Local.

Esta misma organización cifró en cinco el número de víctimas contabilizadas, mientras que la Organización Siria de Derechos Humanos precisó que los fallecimientos se registraron por lanzamiento de morteros y disparos de francotiradores.