El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, dijo hoy que la decisión del Ejecutivo argentino de expropiar el 51 % de YPF, filial de Repsol, no es seria, explicó que las excusas que se ponen para esta operación son de "débiles argumentos" y subrayó que tendrá consecuencias.

En declaraciones a RNE, Soria hizo hincapié en que este comportamiento arbitrario, discriminatorio y no conforme a derecho, -ni argentino, ni internacional-, no cambia las relaciones con el "pueblo argentino", sino con su Ejecutivo actual, que hasta hace pocas fechas se desmarcaba de la posibilidad de expropiación y después ha hecho algo "no propio de un Gobierno serio".

Agregó que las primeras consecuencias, que se conocerán en próximos días, serán las medidas que adopte el Gobierno español y que serán de ámbito "diplomático, comercial, industrial y energético".

Recordó que cuando Argentina sufrió la crisis del "corralito", España ayudó a este país en 2001, "en contra de las recomendaciones del FMI", y le prestó 1.000 millones de dólares al entender que hay momentos en los que "hay que ayudar a otros".

Sin embargo, destacó que "España no pide ahora correspondencia", pero sí que no se produzca un acto de "hostilidad de este tamaño" que daña a la mayor gestora energética española y que "no tiene explicación".

Además, criticó cómo el Gobierno de Cristina Fernández trata de justificar la nacionalización argumentando que Repsol realizaba un exceso de reparto de dividendos, cuando -subrayó- lo hacía debido a la ley argentina que le obligaba y que ayudaba al grupo Petersen a financiar su entrada en el capital de YPF.