El Gobierno de Estados Unidos se mantiene por ahora al margen en el conflicto por el proyecto argentino de expropiación de acciones de la española Repsol en la petrolera YPF y hoy se limitó a reiterar que estudia el caso y sus posibles "implicaciones".

"Todavía estamos tratando de obtener los detalles de lo que ha pasado y hacer una evaluación", explicó en una rueda de prensa el portavoz adjunto del Departamento de Estado, Mark Toner.

Toner recordó que la secretaria de Estado, Hillary Clinton, habló el lunes en Brasilia de la necesidad de que haya "diversos mercados de energía" y, en esa línea, reiteró que Estados Unidos quiere ver en general "más diversidad, no menos".

Preguntado al respecto en su rueda de prensa diaria, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, dijo que el Gobierno de Barack Obama no tiene "nada que añadir" a lo comentado hasta ahora.

En una breve declaración escrita, el Departamento de Estado sostuvo el lunes que está "al tanto de que la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, propuso un proyecto de ley para nacionalizar un interés de control en la empresa de petróleo y energía Repsol YPF".

Acerca de si Estados Unidos ha presentado una queja ante la Organización Mundial de Comercio sobre los planes de expropiación, el Departamento de Estado anotó: "No estamos actualmente al tanto de ninguna queja ante la OMC en torno a este asunto".

Por su parte, Clinton sostuvo ayer en Brasil, donde está en viaje oficial, que la decisión argentina de expropiar las acciones de Repsol en YPF va a ser "ampliamente discutida".

"No voy a ofrecer una opinión porque no conozco los detalles", dijo la jefa de la diplomacia estadounidense en una rueda de prensa junto a su homólogo brasileño, Antonio Patriota.

El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, afirmó hoy que la respuesta de Clinton en relación con la expropiación de YPF "no ha sido todo lo entusiasta" que él esperaba.

García-Margallo vinculó la respuesta de Clinton con los intereses económicos que Estados Unidos tiene en la zona, entre ellos los de una empresa petrolera.

"Por eso, puedo entender que el entusiasmo haya sido menor", agregó.

España es el principal inversor externo en Argentina, seguido de Estados Unidos, que cuenta con más de 500 empresas instaladas en el país.

La relación entre Estados Unidos y Argentina no está en su mejor momento, sobre todo desde la reciente decisión del Gobierno de Obama de suspender las preferencias comerciales que concede al país suramericano.

Estados Unidos suspendió temporalmente el pasado 26 de marzo los beneficios comerciales que concede a Argentina a causa del impago de más de 300 millones de dólares a dos compañías estadounidenses, Azurix Corp y Blue Ridge Investment.

La medida, que entrará en vigor a finales de mayo, suspende a Argentina del Sistema Generalizado de Preferencias (GSP, en inglés), que exime de aranceles a las importaciones de miles de productos de países en desarrollo.

"Es conveniente suspender la designación de Argentina como país beneficiario del GSP, ya que no ha actuado de buena fe en el cumplimiento de los fallos arbitrales a favor de las compañías estadounidenses", indicó entonces Obama en un comunicado.

El sábado Obama y la presidenta argentina se reunieron al margen de la VI Cumbre de las Américas, a la que ambos asistieron en Cartagena de Indias (Colombia).

Según la presidencia argentina, Obama expresó a Fernández durante ese encuentro su voluntad de "seguir siendo socios y amigos".

"Tenemos diferencias ocasionales" con Argentina, pero "no queremos que eso complique nuestra amplia cooperación en cuestiones económicas, de energía y seguridad", explicó a los periodistas el consejero adjunto de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes.

El encuentro, según fuentes argentinas, fue solicitado por el Gobierno de Estados Unidos.

Oficialmente Obama y Fernández no abordaron el tema de YPF, aunque la expropiación aún no había sido anunciada.