Ferrán Tacón dio la cara ayer. El gesto que hizo con el brazo cuando fue sustituido en el minuto 59 del partido del domingo ante el Lugo y, sobre todo, el escupitajo que lanzó y acabó por caer cerca del delegado de campo, Víctor Padrón, causaron un gran revuelo del que el blanquiazul dijo sentirse "un poco sorprendido". El interior fue abucheado cuando abandonó el terreno de juego. De ahí que se interpretara el ademán como una respuesta a la grada. "No se me dio bien el partido y estaba cabreado conmigo mismo. No estuvieron bien, pero no fueron para la afición ni mucho menos. Hay que respetarla como nos respetan a nosotros y si alguien entendió lo contrario que sepa que no fue así", aclaró tras el entrenamiento.

Ferrán insistió en varias ocasiones que su gesto le "salió en un momento en que estaba muy caliente", al tiempo que repetía que "no estuvo bien hacerlo". "La afición siempre responde bien, como tiene que hacerlo. Cuando está descontenta pita, como es normal, y cuando haces algo bien empiezan a aplaudir. Creo que están en su derecho", afirmó.

En cuanto al esputo recordó que "estaba saliendo del campo", no tenía la opción de girarse y lo lanzó "al lado del banquillo" girando bruscamente la cabeza, sin la intención de que cayera sobre el delegado. "Se pudo malinterpretar. Se sacó de contexto. Me parece que se entendió mal", agregó.

Por otro lado, el futbolista dejó claro que "entendería perfectamente" que el Tenerife decidiera imponerle una multa por el suceso, aunque no tenía constancia de la determinación que tomaría la entidad. "Es un gesto que se puede malinterpretar, con el que estoy muy descontento. Nada más. Pero si tienen que tomar medidas las acataré y ya está", apuntilló.

Ferrán también asume que no jugó bien: "Todo el mundo está de acuerdo con eso", manifestó. "En la primera media hora me encontré bien y luego, como todo el equipo, nos fuimos diluyendo un poco", añadió. Especialmente se quedó a disgusto con la clara ocasión de gol que erró en el minuto 24, cuando se quedó solo ante el meta del Lugo y éste le tapó el tiro. "Venía Perona al lado y se la tenía que haber dado. Lo que intenté fue meterla, pero no pudo ser", lamentó.

Igual que él ha reconocido sus errores, el equipo, añadió Tacón, ha detectado los que cometió en el encuentro y se han propuesto corregirlos para el partido del domingo ante el Atlético B (Cerro del Espino, 11 horas). "Dejamos pendiente el intentar hacer más ocasiones de gol. Pero hemos hablado con el míster. Eso hay que trabajarlo y mejorarlo", indicó. Eso sí, reconoció que también habían resaltado los aspectos positivos de la imagen que ofrecieron. "Metimos mucha intensidad. El Lugo, que juega en todas partes del campo solo pudo jugar de central a central y con los laterales", dijo.